1. El mal clima.


    Fecha: 27/05/2022, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... expuestos por short, la teta a medio salir de mamá, la aureola café claro, el pezón listo para saltar fuera del brasier rojo con encajes blancos. Junté un poco mis brazos, puse la cerveza entre mis piernas abiertas, frente a mi vagina, sin tocarla; presioné con mis brazos contra mis pechos para que el señor pudieran ver más.
    
    -Creo que te hablan, Amor- Dijo mamá señalando al señor.
    
    -A, chingá ¿Quién será?- Preguntó papá. Se dio cuenta de inmediato de lo que pasa. Lo vi a los ojos y solo me soltó una sonrisa –Sí. Es un conocido de la Universidad –Agregó papá- Salúdenlo –Papá, mamá y yo lo saludábamos.
    
    -Hola, adiós. Hola, adiós –Bromeaba mamá al saludarlos. Moviendo la mano izquierda de lado a lado. La otra cuidaba su cerveza escondía entre sus piernas. Papá se reía al ver las reacciones del asqueroso que nos viboreaban las tetas. Me veían las piernas. El viento que entraba por la ventana, casi cerrada, no dejaba escuchar que decía el viejo cochino. Papá comenzó a acelerar y se quedó atrás.
    
    -Ya llevas muchas cheves. Bájale, papi -Le dije- Ya te acabaste un doce-pack y apenas vamos a llegar.
    
    -Sí. Amor –Decía mamá mientras se agachaba para sacudir el doce-pack lleno de latas vacías. En eso un enorme pezón, color café oscuro, saltó de repente. El contraste de la aureola, color café claro, hacía ver una teta muy bonita a pesar de ser muy grande. – ¡Ay! -Gritó mientras estiró la copa roja con encaje blanco. La otra mano intentaba meter su pecho– ¡No! Miren. Ya andaba ...
    ... con la chiche de fuera. Imagínense que me hubiera pasado esto frente al señor de tu trabajo -Agregó mamá apenada. Haciendo que todos explotáramos en carcajadas.
    
    -Ya no te caben las tetotas -Decía papá en un tono burlón mientras mamá desabrochaba el cinturón para poder acomodarse bien la blusa color durazno.
    
    Papá comenzó a bajar la velocidad para llegar a un OXXO , de estacionamiento amplio, que está entre bodegas. Los únicos clientes son los de la Universidad, siempre está solo. A partir de ahí son como 5 minutos para llegar a la Universidad. Afuera, al lado de la puerta, estaba un chavito con su casaca amarilla con rojo y bermudas. Sentado sobre una patineta. Veía algo en su celular. Nos estacionamos casi frente a él.
    
    -Mira. El chavito -Apuntó mamá al momento que lo señalaba- Pobre bebé. Ya anda trabajando desde chiquito.
    
    -Tendrá unos trece ¿No?- Agregué yo mientras nos comenzamos a bajar.
    
    -Baja el doce que está lleno, lo vamos a cambiar por uno más frío–Ordenó papá a mamá. Mientras caminaba en dirección a la puerta. Se notaba ya entrado en copas.
    
    El chavito se nos quedaba viendo cuando bajábamos de la camioneta con la boca abierta. Papá entró derecho. No nos esperó y el chavito, con patineta en mano, se fue detrás de papá. Entramos solas. Mamá me dejó cargando el doce-pack con las dos manos, cubriendo todos mis pechos. La cerveza me mojó la blusa. Al entrar el clima frío del establecimiento erizó mi piel con un calosfrío que me subía por las piernas. El ...
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