1. Un accidente erótico


    Fecha: 26/06/2022, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuestión de costumbres. -le repliqué.
    
    -¡Apenas pude con tu verga por delante! Por atrás va ser imposible.
    
    -Quedamos qué harías todo lo que yo quisiera… ¿verdad?
    
    -¡Si! Pero nunca imaginé que me pedirías algo así.
    
    -Bueno, yo por eso acepté, porque dijiste eso: todo lo que tú quieras. Déjame decirte Lena… yo no quiero llamar a la policía, pero debes comprender que de deducible por lo menos me tocará pagar unos $500.00 para cubrir el costo de la reparación. Con eso pago a una chica para que me lo de todo.
    
    -¡No soy una prostituta!
    
    -¡Lo sé! Esto solo fue un acuerdo que de repente se dio. Te entiendo, pero espero que tú también entiendas.
    
    -¡Esta bien! Solo que debe hacerlo con cuidado… eso no es lo mismo que por enfrente.
    
    Ella me pidió que se lo hiciera acostada sobre su estómago y yo me acomodé y le puse de nuevo mi glande a la entrada de su ojete. Se ponía tensa y obviamente se me hacía difícil la penetración. Le pedí que se calmara, que entre más tensa se pusiera, más incómoda iba a sentir la penetración. Con los minutos quizá asimiló la idea y dejó de tensar su cuerpo y mi glande se clavó en su ojete. Como recuerdo esa sensación cuando sientes ese anillo apretando tu glande. Estaba de rodillas sobre la cama y Lena tenía las piernas abiertas para darme acceso y de esa manera controlar la penetración. Dijo algunas veces que le dolía, pero nunca me pidió que se la sacara. Me tomé el tiempo necesario para que cada milímetro de mi verga entrara hasta que sus ...
    ... nalgas chocaron mis testículos. Ella contraía su intestino causándome un enorme placer a mi verga y así estuvimos por un rato. Ella contraía su ojete y yo le correspondía con contraer mi verga. Comencé con un vaivén semi lento y como pude comencé a masajear su clítoris en esa posición incómoda. No podía pompear y chaquetear su panocha a la vez, pero sabía que le excitaba, su concha estaba completamente mojada y se la comencé a chaquetear. La sensación de dolor y la sensación de placer se mezclaron y Lena comenzó a corresponder a mi estimulo moviendo su pelvis contraminando su culo contra mi verga. Tenía los 22 centímetros de mi verga completamente en ese redondo y apretado culo.
    
    Lena comenzó a gemir y yo aceleré el chaqueteo de mis dedos. Subieron los decibeles de su jadeo y comenzó a mover más su pelvis y yo sin poder moverme, pues si lo hacía terminaría de darle placer en su conchita. Siento su cuerpo tenso, su ojete aprieta mi verga y siento las contracciones de su intestino plenamente pues me estoy cogiendo su culo sin condón. Estira sus brazos como para apoyarse en el espaldar de la cama y comienza ese temblar incontrolable de sus músculos, pues hasta los glúteos le temblaban sin control. No podía ya chaquetearle la conchita y comencé a taladrar su culo y sus gemidos se fueron extendiendo y estos me hicieron acabar en un par de minutos. Vi como de su culo abierto salió la leche de mi corrida. Ella solo dijo algo que creo fue una expresión de morbo: ¡Nunca me habían ...
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