1. Amor y fidelidad hasta que los cuernos nos separen


    Fecha: 12/07/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos

    ... Su atacante se coloca de cuclillas en el sofá detrás de ella y acerca el glande al supuesto dilatado orificio y presiona ligeramente mientras desaparece y se escucha un pequeño gemido de protesta obviado por el agresor de su retaguardia.
    
    Éste escupe sobre su falo y presiona un poco más consiguiendo que desaparezca otro buen pedazo de verga en su cavidad, acompañado también de otro grito, y así sucesivamente hasta que su esfínter logra alojar todo el intruso. Poco a poco los movimientos se van acelerando y se convierten en embates, coordinándose ambos sementales y consiguiendo darle a la docente la follada de su vida.
    
    Nunca antes ha practicado el sexo anal, puesto que siempre lo ha considerado como algo antinatural. Ahora, no solo está disfrutándolo, sino que está deleitándose con un estupendo sándwich que le están aplicando dos niñatos. Algo impensable unas horas antes.
    
    El salón del apartamento se ha convertido en el salón del sexo en el que gritos y jadeos dan fe a los vecinos de lo que está ocurriendo en el pequeño apartamento. Sonia grita de placer con las dos pollas incrustadas en sus ...
    ... entrañas dándole duro, y los dos sementales bufan como toros intentando satisfacer a la tímida, pero sofisticada dama.
    
    Sonia siente que pude correrse, pero el orgasmo es huidizo y se hace de rogar. Los dos garañones aceleran las embestidas al percibir que su orgasmo está cerca y cuando parece conseguirlo entre gritos y resuellos, ambos se dejan llevar expulsando toda la euforia acumulada en sus entrañas. Álvaro abandona el orificio y se sienta en el sofá extenuado, Sonia se zafa de su montura, coge su bolso y desaparece en el baño para lavarse. Santi se queda al lado de Álvaro de piernas abiertas, con los brazos extendidos y el miembro regresando a su estado de reposo.
    
    Mientras Sonia se lava hace balance de lo ocurrido e intenta localizar algún destello de culpabilidad, pero no lo halla. Se encuentra totalmente colmada y satisfecha y está casi segura de que no será la última vez. El teléfono suena, lo coge y es su marido anunciándole que tardará más de lo esperado, quizás a media noche.
    
    No le dice que no tiene llaves, probablemente le da igual porque una chispa se enciende en su cabeza. ¿Por qué no? 
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