1. Dulce y amarga amistad (11)


    Fecha: 10/06/2018, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... inmensa humanidad, de casi un metro noventa, cabía a duras penas en el elegante y ligero sillón de estilo Napoleón, tapizado en cuero vede lo mismo que el tablero de la mesa, estaba sobre los cincuenta años y no se le apreciaban apenas, aunque comenzaba a vérsele el paso del tiempo transformando su figura, a mejor, conservando intacto su viril poderío y apostura a excepción de una incipiente barriga.
    
    Comenzaba a ampliársele la frente y algunos hilos de plata brillaban en la negrura de su tupida cabeza y su poblado bigote. Su cara cuadrada y dura ahora sonreía dichosa, y sin dejar de hablar impulsó su asiento hacia atrás, abrió sus robustas piernas y me señalo la derecha para que me sentara en ella a pesar de mis dieciocho años.
    
    Volví a vivir toda mi vida de niño, de joven, sentado en sus recias piernas mientras jugaba conmigo, retorciéndole el bigote que ahora llevaba más corto. Acerqué mi dedo índice para pasarlo por el borde de su labio superior, intentó atraparlo con sus labios juguetón. Como si el tiempo no hubiera pasado y continuara siendo su pequeño sobrinito, también como si no hubiera pasado nada que enturbiara la confianza. Terminó la conversación y dejó el móvil sobre la mesa.
    
    Acercó su boca a mi oreja y jadeó lamiéndome el lóbulo, me besó el cuello con la boca abierta pretendiéndomelo morder y arrugue el cuello emitiendo una risita.
    
    -Me haces cosquillas con el bigote, tito déjame. -No me separé y continué con el juego. Sabía comportarme como un ...
    ... putito a su gusto.
    
    -Si tú quisieras pequeño… Si consintieras. -Hablaba en un susurros imperceptible pero que yo entendía
    
    Sentí que temblaba de excitación, iba a resultar más fácil y sencillo de lo que yo pensaba, me lo estaba poniendo en bandeja
    
    Olía su fuerte y viril fragancia, no me hubiera importado ceder a sus deseos que conocía muy bien de otras circunstancias, ya tampoco concedía importancia a lo que pudiera pasar pero estaban mis planes y bajos deseos de venganza, tenía que poner el cebo pero no dejarle que lo comiera, aún no.
    
    Me monté a horcajadas sobre sus poderosos muslos y acerqué la boca a su oido.
    
    -Me encantaba cuando estaba así de pequeño, sobre tus piernas y jugando a caballitos, tito, sentía como se te engordaba el pene, ¿recuerdas como me quedaba quieto sintiéndolo crecer, y tu querías que siguiera saltando?, cada vez se te endurecía más y se volvía mas gordo.
    
    -¿Recuerdas aquella vez en la piscina, montado sobre ti y tú rozando tu verga en mi culo hasta que te corriste? Me dejaste con las ganas, yo quería que siguieras, estaba tan a gusto sintiendo tu gorda verga.
    
    Y cuando aprovechabas al encontrarnos en los pasillos como te me arrimabas. -Me separé de su oreja para mirarle a los ojos, los tenía inyectados en sangre y rojos, como un diablo reflejando el fuego del infierno donde nos consumiríamos todos.
    
    -Tu siempre te escapabas de mis manos sobrinito hermoso.
    
    -Tenía miedo de desearte, me atraías más de lo que imaginas.
    
    Bajé de sus ...
«1234...11»