1. Dulce y amarga amistad (11)


    Fecha: 10/06/2018, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... siempre. Álvaro se reclinaba sobre ella y le besaba la boca, cuándo Mónica me vio mirándoles le apartó y se arregló la ropa.
    
    -Siéntate entre los dos, a ver si este animal se calma y no me viola. -Desde luego no parecía molesta y todo era una broma, pero le hice caso y me senté en medio de los dos.
    
    -Vas a tener que pagar por interrumpir, y hacer lo que Mónica no quiere. -Adoptó la misma postura que en la que estaba con su novia, colocando la pierna izquierda por encima de las mías y notaba la dureza tan tremenda que ocultaba la tela de su pantalón. Me revolví siguiendo la broma.
    
    -Venga Álvaro déjate de joder. -Mónica se reía escandalosamente disfrutando de nuestra lucha y miré fijamente a mi amigo. Estaba completamente rojo, inflamado.
    
    -Perdona Jesús. -Me vio enfadado, él creyó que estaba de esa manera pero no era cierto, me había divertido la reacción de ambos.
    
    Me sonreí sintiendo como la polla se me endurecía con la tontería de broma que había pasado, y me sentía estupefacto por las reacciones que Álvaro comenzaba a despertar en mi.
    
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    La puerta de mi habitación estaba abierta, como la noche anterior la había dejado, y podía escuchar la música, que estaba casi seguro venía de la habitación de mi madre, escuchaba el ligero chapotear del agua y su voz tarareando la canción, me acerqué y como supuse, mamá estaba tomando un baño para comenzar el día, cosa que siempre hacía. Me apoyé en el umbral de la puerta e hice un ruido con la garganta para ...
    ... que supiera que estaba allí observándola y no se asustara.
    
    Sabía que ella era consciente de mi presencia pero continuó con su tarea sin prestarme atención. Admiré una vez más su bella silueta envuelta en el agua jabonosa, a pesar de sus cuarenta años se conservaba admirable, con los pechos erguidos asomando sobre la lámina de agua, como si tuviera veinte y sin un gramo de grasa en el cuerpo. Antes me molestaba que alguno de mis amigos se fijaran en ella y fuera motivo de sus excitaciones y pajas
    
    Me di la vuelta al notar su falta de interés por mí, me tentó su inmensa cama perfectamente dispuesta como si no hubiera dormido en ella, y sin pensarlo dos veces me tire sobre ella y esperar a que saliera del baño, y aspiré el perfume de las sábanas impregnadas de su olor. Cerré los ojos y pensé en mi amigo Álvaro, quizá si yo fuera una chica también le gustaría y tendría una oportunidad, como las otras que, aunque no durasen con él más de unos meses le adoraban. Me revolvía inquieto, imaginándome en el lugar de Mónica hasta que me di cuenta de las locuras en que pensaba, me di dos bofetadas suaves para despertar de una vez. Me sacó de mis pensamientos la voz de mi madre.
    
    -Dime lo que deseas Jesús, sabes que no me gusta distraerme cuando hago mis cosas. –estaba con una toalla atada envolviéndole la cabeza, recogiendo su cabello en ella, mientras con otra se secaba el cuerpo.
    
    -Por favor, sécame la espalda. –salté de la cama y fui hasta ella para cogerle la toalla que me ...
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