1. Dulce y amarga amistad (11)


    Fecha: 10/06/2018, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... siervo.
    
    Sentía como picaba la punta de la polla vaciándose en mi vientre, y desfallecí cayendo sobre la cama arrastrándole en mi caída, convulsioné entre estertores vaciándome los huevos sobre la cama envuelto por el cuerpo del gran macho vigoroso y maduro.
    
    No hubo descanso y volvió a follarme dos veces más, por la boca haciéndome que tragara su lechada, y por el culo cuando me recuperé de la primera cogida. Después me llevó a comer, y cuando el camarero acompañado por el maitre, interesado en saber si todo había estado a nuestro gusto, le dio las gracias por el servicio y la comida y una generosa propina, me miró sonriendo y cogió varios billetes que depositó en mi mano.
    
    -También tú te mereces una propina. -El hijo puta de mi tío se reía de mi, además de usarme me humillaba, al camarero al menos le había dado las gracias, yo no las merecía cuando ya estaba satisfecho y volvía a ser el hombre petulante, engreído y cabrón que escondía bajo su presencia de intachable integridad.
    
    Sentía renacer mis ganas de vengarme, la rabia loca que a veces recorría mi cuerpo hasta ahogarme, Sabía que tenía que ser cuidadoso y no dejar ver mis sentimiento y solamente le sonreía y guarde los billetes con los que pagaba mis servicios, pero lo peor de todo era que lo que me había hecho el cabrón de él, me había gustado y mucho, sabía follar como un experto y también dominarme en la cama para sacar de mi el puto que llevaba dentro como él decía.
    
    Esos encuentros se repetirían, ...
    ... una o dos veces a la semana me sometería a sus deseos y gozaría de sus conocimientos sobre el sexo, ahora tenía dos ocupaciones como amante de dos mayores que me llevaban tiempo, además de mis estudios, salir con mis amigos y ver como mi plan iba madurando y cogiendo forma.
    
    Para el conserje era un habitual al que ya saludaba como a un vecino más, supe cuando debía pedirle lo que quería a mi tío, el momento oportuno, que era antes de empezar a follarme, luego yo me olvidaba gozando de ese hombre prodigioso en el sexo, y él me despreciaba cuando todo acababa haciéndome ser consciente de lo puto que era entregado a sus deseos.
    
    Un día llevé a J. C. al apartamento, no quise que fueran sus operarios, tenía que ser muy reservado y se vistió con un buzo para no levantar sospechas en el conserje, utilicé como excusa que mi tío quería instalar una alarma de seguridad y detectores de incendio.
    
    No puso objeción alguna, solo le escuché murmurar cuando se dio la vuelta.
    
    -Estos ricos no se fían de nadie, nos tiene para que les cuidemos, con todas las seguridades y además tiene que tener las suyas… -Continuó rezongando mientras se alejaba pero eso a mi no me importaba.
    
    ——————————-
    
    Esa mañana de sábado me levanté muy tarde, y me sorprendí pensando en la escena que encontré al llegar al lugar de reunión de ayer cuando quedamos, el bar al que solíamos ir el grupo. Para ese tiempo Álvaro había cambiado de novia y ahora salía con Mónica, lo prefería al ser una de las amigas de ...
«12...678...11»