Un cumpleaños necesario
Fecha: 28/07/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: dlacarne, Fuente: RelatosEróticos
... contorsiones de Hanna lo distraían, y con razón. Estando yo espatarrada y en cuclillas, sus ojos me encontraron y sonrió. Fue en ese momento cuando recordé el ataque de ira antes de salir de casa, que terminó con el lanzamiento de bragas hacia el estúpido de mi novio. Me puse blanca y deseé que la tierra me tragara. Suerte que Lex me aupó rápidamente y no tuve tiempo para recrearme en la vergüenza. Finalizó la canción y volvimos con nuestras parejas iniciales.
-Te había echado de menos - fueron las primeras palabras que le oí decir a Josh. Trató de mirarme a los ojos pero se le iban hacía mi recientemente ampliado escote.
-No te he dejado mal acompañado - contesté, a lo que respondió con un gesto pícaro de afirmación.
-Me la pasaría bailando contigo toda la noche.
-Tienes el listón bastante bajo.
-No digas eso, mujer. Este ratito juntos está siendo maravilloso. ¿Qué me dices a lo de continuar después? ¿te espera alguien en casa?
-No– dije tajante, sin dudar, y se me puso cara de tonta en seguida.
Me respondió con una sonrisa y continuó bailando. Yo estaba harta de bailar, suficiente para mí. Le agarré por los brazos, me planté en seco, desconecté las voces de mi cerebro, y le comí los morros. Le pilló por sorpresa y tardó unos segundos en reaccionar, pero enseguida me vi enredada entre fuertes brazos que rodeaban mi espalda y mi culo. Yo, que estaba tan sorprendida como él, hice lo mismo, tocando su espalda de roca y dejando caer las manos hasta su culo, ...
... también fuerte y apretado. Su paquete, que ya era grandísimo, comenzó a endurecerse contra mi pubis. Mis manos, que andaban por su culo, cambiaron de destino: con la izquierda agarré su cabeza para besarlo más apasionadamente y, con la derecha, rodeé su cintura y toqué, descarada, su paquete. Con el primer contacto no pude evitar gemir. Guau, pensé, mientras ese enorme bulto se ponía rocoso entre mis manos. Lo hubiese sacado la polla allí mismo, a pesar de la gente, si no hubieran encendido las luces y apagado la música.
Se había acabado. Me abracé a Josh, dejándome caer sobre su pecho. Estaba nerviosa por lo que estaba haciendo, pero no sentía culpa alguna. Hanna no tardó en decir que la fiesta no se había acabado, que ahora tocaba ir a su casa. Buscamos al resto de amigas pero, las que no habían hecho bomba de humo, decían que se iban a casa. Vi salir a Mia de un baño junto al chico que le había tirado el hielo entre las tetas, tampoco contábamos con ella. Parecía que solo íbamos a continuar los cuatro hasta que, antes de marcharnos, apareció Enma diciendo que estaba cansada, pero no tenía ganas de terminar tan pronto su primera fiesta en meses. Me sorprendió que quisiera venirse ella sola, pues parecía que iba a hacer de "aguantavelas", aún así, me alegré de poder compartir un rato más con ella.
Cogimos un taxi hasta la casa de Hanna, una casita pequeña apartada al otro extremo de la ciudad, pero sin vecinos y un buen patio con su piscina. Lo primero que hicimos al ...