1. Hubo que asistirlo para que se follara a mi mujer


    Fecha: 05/08/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... ese encuentro.
    
    Este muchacho, además de muchas otras cosas, le expresaba abiertamente a mi esposa su intención de acariciarla, besarla, chuparle los senos y estimular su clítoris con la mano; también quería pasar la lengua por su ano y producirle así un inmenso placer. Otro tanto le manifestaba ella en reciprocidad a sus anuncios.
    
    Y como resultado de ese intercambio de ideas se acordó ir a visitarle un fin de semana. Decidimos viajar día jueves, desde nuestro sitio de residencia, conocer algo de la ciudad el día viernes, encontrarnos con él en día sábado, reposar de la faena el día domingo y emprender el regreso a Bogotá el día lunes.
    
    El viaje a aquella ciudad transcurrió sin novedad. Durante el trayecto, ella se comunicó con el muchacho para informarle que ya estábamos en camino. Sobra decir que él se ofrecía para estar atento a nuestra llegada y procurar que todo estuviera perfecto, recordándole de antemano, que no se iría a arrepentir. Llegamos a nuestro destino, nos instalamos y nos dispusimos a descansar para estar relajados al día siguiente.
    
    El día viernes estuvimos realizando una visita por diferentes sitios turísticos de la ciudad y acudimos, en la noche, a un sitio swinger. Esperábamos que pasara algo inesperado en ese lugar, pero todo fue muy predecible y no hubo oportunidad de intercambiar con otros o recibir algún tipo de propuestas. Mi esposa se mostró insinuante y coqueta con algunos hombres, pero nada pasó, así que nos dedicamos a mirar, con entera ...
    ... libertad, pues al parecer a nadie le importaba si era visto teniendo sexo con sus parejas. Había mucho de exhibicionismo. Nos tomamos unos tragos y, pasada la media noche, volvimos al hotel.
    
    Al día siguiente dormimos hasta tarde y lo pasamos bastante relajados, ya que era el día acordado para la cita. El encuentro estaba programado para las 8 de la noche y se esperaba que la jornada se extendiera hasta la madrugada, de modo que había que estar descansados. Había conversado con mi esposa para que estuviéramos claros y definiéramos lo que iba a suceder con aquel hombre, desde el mismo instante en que le conociéramos. La idea era que tuviera claro si le llamaba la atención o no para que fuera su pareja sexual aquella noche porque, si bien habíamos hecho un largo viaje con ese propósito, ella no tenía obligación de acostarse con él si no era el hombre de su predilección. Estábamos de acuerdo en eso.
    
    Llegada la noche nos encontramos en un lugar concurrido de la ciudad. Después de los saludos de rigor, nos sentamos a conversar. El era un hombre de color, bastante más grande que mi mujer, con un cuerpo más bien rollizo, tal vez excedido unos kilos de peso, pero congenió con ella en la conversación, de modo que todo parecía fluir, aunque a mí, la verdad, no me parecía que hicieran pareja. Pero como la intención de ella era medirse diferentes tamaños de pollas en su vagina, aquel hombre le representaba un reto.
    
    Una de mis preocupaciones es que no se nos pasara toda la noche ...
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