1. Mi madre y el macarra


    Fecha: 06/08/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... herramienta.
    
    - Parece que te comieron la lengua los ratones. ¿Qué, nunca habías visto algo así? – dijo tomando el tronco por la base para moverlo ligeramente
    
    - No… no… nunca - decía mi madre mientras seguía con la mirada el repulsivo falo
    
    - Es un pito normal… ¿Qué tu marido no carga una de estas? Jajajaja.
    
    Parecía que no oyó la burla hacia su esposo de tan excitada que estaba. La escena era repugnante. Mi madre estaba desnuda, acostada sobre el sillón, entre retratos familiares, con un asaltante hiperdotado encima de ella. Contemplaba con devoción aquella herramienta, pensando en sí sería capaz de albergarla en su coño. Él se comía con los ojos el cuerpo femenino, pensando por donde quería empezar. Se decidió por lo clásico. Abrió las piernas tendiéndose sobre la mujer en posición de misionero, acomodando el trozo de musculosa carne en la entrada de la esponjosa cavidad femenina. Mamá no reparó en un detalle hasta que sintió la punta de aquella enormidad acariciándola.
    
    - Espera – titubeó, poniéndole una mano en el amplio pecho – ponte un condón por favor.
    
    - No me vengas con estupideces – respondió ásperamente, comenzando un frote de entrepiernas – es el primer conejito que voy a reventar en dos años. No lo voy a arruinar con gomas.
    
    - Pe…pero en mi cuarto hay condones de Juan.
    
    - Va. – contestó, un poco más pacientemente – Pero yo calzo de una talla especial de condones. ¿Juan tiene XXL?
    
    - No. Normales.
    
    - Entonces no me sirven. Y ya no jodas con ...
    ... niñerías.
    
    - Solo no te vengas dentrooooo
    
    La petición de mi madre terminó en un grito. Francisco había comenzado a introducirse lentamente, pero sin pausa. Parecía que enfrentaba algo de resistencia del coño, ya que le vi tensar los glúteos y empujar con fuerza mientras la penetraba. Logró meter hasta la mitad y el coñito ya no quiso ceder. Retrocedió un poco, para volver a empujar, esta vez entrando un par de centímetros más. Repitió este movimiento, dilatando cada vez más el sexo de mi madre con su poderosa herramienta que lentamente iba entrando. Mi madre apretaba los labios, gimiendo levemente mientras el macarra luchaba por entrar en ella. Francisco escupió sobre su herramienta para contribuir a la lubricación, aunque ya estaba brillante y los fluidos vaginales se deslizaban hasta el sillón.
    
    - Mmm… parece que el coñito quiere guerra, ¿eh? Relájate, relájate y abre las piernas…
    
    - Ooohhhh, mmmhhh… estoy bien abierta Francisco ohh… pero es que eres muy grande.
    
    - Tranquila que ya va entrando… madre mía que apretada estás… he tenido novias que no estaban así…
    
    - Uff… es que llevo mucho tiempo sin sexoooo
    
    Me quedé anonadado al escuchar ese dato ciertamente íntimo, pero que mi madre había dejado escapar mientras comenzaba a fornicar con su amante. Finalmente, logró introducir toda su enormidad, hasta que los gruesos testículos reposaron sobre los labios vaginales. Se quedó quieto, disfrutando de su primera penetración en dos años. Comenzó a besar y a lamer la ...
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