Mi madre y el macarra
Fecha: 06/08/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tanto le gustaba – Nunca he estado con alguien como tú.
- Voy a venir todos los días a follarte. Vas a ser mi guarra particular. Dímelo, anda.
- Sí, papi. Seré tu guarra particulaaar. ¡Fóllame siempre que quieras! ¡Joder, vas a hacer que acabe de nuevo!
- Oooh, yo también voy a acabar. Estoy a punto. Prepárate que estoy lleno de amor calientito, solo para ti… ya me viene, me viene.
- Dentro no papi, por favor.
- Dentro sí. En prisión siempre soñaba con esto… Ojalá te preñe y así tendrás un hijo de un hombre real…
- ¡No seas bruto! Sácala, sácalaaa
- Abre bien que te va a gustar…
- No papi… por favor
Pero Francisco no tenía ninguna intención de eyacular fuera. Empleó las fuerzas que le quedaban en mantener a mi madre bien sujeta, mientras bufaba de gusto anunciando el inicio de su orgasmo. Clavó la polla hasta que los testículos chocaron con los labios vaginales y comenzó a descargar dentro de ella todo el semen que había acumulado durante su forzada abstinencia sexual.
- Ya me viene… estoy acabando…
- No… ¡dentro no!
- Pff, es muy tarde. ¡Toma tu premio por ser tan buena chica! Uff… toma… toma…
- Joder, la leche que estas echando…
- Verónica, Verónica – se limitaba a repetir el nombre mientras disfrutaba de su orgasmo
- Joder Francisco, siento como me llenaaas. Esta tan calientita… debo estar loca porque me fascinaaaaa…. ¡No puede ser, me corro, me corroooo!
- Así, siente toda mi corrida. Ojalá te haga una barriguita para que ...
... tengas un recuerdo de esto para siempre.
Mamá tuvo un nuevo orgasmo mientras Francisco terminaba de eyacular en su interior. Perdí la cuenta de los bramidos que emitió mientras rellenaba a mi madre con su semilla, pero a juzgar por los quejidos de ambos debía ser una cantidad tremenda. La soltó y utilizó las manos para estimularla y exprimirse el pene, de manera que expulsara hasta la última gota. La escena eran todo gemidos y gritos y superaba a cualquier porno que hubiera visto.
Finalmente, ambos pararon de jadear y de retorcerse. Francisco retrocedió un poco. Al verse libre de su agarre, mamá se dio la vuelta, quedando boca arriba frente a él. El delincuente juvenil se detuvo un momento a apreciar su obra. Se veía que la corrida había sido tremenda. El coño de mi madre expulsaba un poco de su leche y los últimos chorros de alguna manera habían ido a parar al vello púbico de la vagina durante los orgasmos simultáneos. El semen era amarillento, tremendamente espeso y tenía grumos. Por la textura y la cantidad parecía que era cierto el tiempo que Francisco llevaba sin sexo.
El joven tomó su ropa y comenzó a vestirse, con la polla aún dura. Aún estaba en condiciones de seguir, pero estaba satisfecho con lo que había hecho y dispuesto a parar por hoy como premio a mi madre “por ser una buena chica”. Mamá contempló a su amante con devoción, rememorando el polvo. Se acariciaba los pechos, lentamente y sin deseo, solamente por hacer algo.
- Uff, Verónica, que gustazo. No ...