El regalo: Un antes y un después (Vigésima sexta parte)
Fecha: 11/08/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... luego de colgar la llamada de Rodrigo, mientras terminaba de maquillarme para salir.
—Rodrigo, que no nos acompañará. Tiene una salida con sus compañeros y me dijo que era inevitable. Pero descuida, lo pasaremos bien. Es tu día y nadie nos lo va a amargar. —Le expresé a Magdalena quien terminaba de fregarse las manos.
—¡Qué bueno tesoro! Entonces vamos a arreglarnos para lucirnos en la discoteca y nos encontramos en la entrada. Mira Silvia, esta es la dirección. Allí nos vemos luego y por parejo no te preocupes querida. —Me respondió, con esa sonrisa de malvada bruja en los cuentos de hadas.
—No voy a ir en plan de conquista querida. —Le respondí tajante.
—Ahhh, pero por supuesto mujer. Tu pareja ya está acordada ¡Jajaja! —Y me dejó allí de pie en el baño de mujeres, saliendo Magdalena presurosa entre carcajadas.
A la primera que me encontré en la entrada fue a Magdalena y su esposo, con quienes nos saludamos muy cordiales. Luego llegó Amanda, sola como para variar y detrás de ella, sonriente venia caminando un poco apurado… ¿Nuestro jefe? ¡Mierda! Acaso él era… ¿Mi pareja?
Después de mi sorpresa llegaron los abrazos y el saludo alegre de Hugo para mí. Sin acercarnos a la entrada, ya dentro con tanta gente, se me aproximó. Tan lleno estaba el lugar que aconsejé irnos a otro lugar, aunque dicho sea de paso, la música de mi tierra me apremiaba por permanecer y bailar. Como pudimos llegamos hasta la barra y Magdalena como siempre, teatralizando un leve ...
... malestar consiguió que dos jóvenes le cedieran sus lugares. Dos sillas y nosotros éramos cinco. Pero algo es algo y peor era nada. Hugo a mi espalda rozándome levemente por la cintura. Amanda y Magdalena colocaron nuestros bolsos en una de las sillas. Yo cauta, tomé mi teléfono y la cajetilla de cigarrillos mentolados.
—Amanda, mientras nos atienden… ¿Será que me acompañas fuera a calmar mis ganas de tabaco? —Presioné a mi amiga para tomar prudente distancia de los inadecuados roces de Hugo por detrás. —Una cerveza bien fría para mí por favor–. Les solicité, antes de que a empellones, pudiera retirarme a la salida de aquella discoteca, mientras recordaba haber bailado con mi esposo varias veces la canción que alborotaba en ese instante a los asistentes.
Una pareja de novios discutiendo, me hicieron retirar un poco más alla de la entrada por precaución, y con Amanda por compañía me encendí mi mentolado. Amanda no perdía detalle del agarrón entre esos dos, un joven alto y delgado, la mujer hermosa, joven y de larga cabellera rubia, quien acalorada, algo que no pude escuchar le gritaba a su pareja. ¡Malditos celos! Pensé yo que era la razón de aquella disputa. Una calada para matar el nerviosismo por mi inesperado encuentro festivo con Hugo y al expulsar el humo por mi nariz con femenina delicadeza, sentí la presión en mi mano libre por parte de mi compañera.
—Espera… ¿Ese no es tu esposo? —Me preguntó y dirigiendo mis ojos hacia el lugar indicado por Amanda, me quede ...