El regalo: Un antes y un después (Vigésima sexta parte)
Fecha: 11/08/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... Igual tengo por seguro una cosa… ¡No vas a disfrutarlo tanto como yo te he hecho sentir! Y sí me equivoco, no digas nada mi vida y solo enséñame lo que hayas aprendido con él.
—¿Y para qué? ¿Para qué sufras pensando en que me deshice gozando con otro hombre más que tú? —Me preguntó–. Esa es la dificultad en él. ¿No lo entiendes? Sufre de pensar que no es lo suficiente buen amante para hacer gemir de gozo a su mujer. ¿Quieres ese problemita para ti también? —Mi esposa con enojo me preguntó.
—No mi vida, porque tú y yo al contrario de ellos, sí que nos hemos disfrutado miles de veces, te me has entregado por completo y todo te lo he devuelto yo. Pero puede que nos falten cosas por aprender obviamente y si las compartimos en nuestra intimidad, aprenderíamos nuevas formas de ofrecernos más placer que el que nos hemos otorgado hasta ahora, para llegar a amarnos aún más.
—Es una ridiculez, no creo que eso este bien. ¿O es que tu amiguita te enseñó algo que no hayas vivido junto a mí? ¿Es eso? ¿Fue tan bueno estar con ella? ¿Tan diferente y especial? ¿Sabes qué Rodrigo?… ¡Es mejor que dejes de llenarme la cabeza de cucarachas! Y ahora vamos a dormir. Yo a nuestra cama y tú, vete a soñar con las estrellas en tu famosa nave espacial.
Y allí me dejó en el balcón, un poco menos embriagado, pero mucho más liberado de la prisión de mis celos.
…
No pude dormir casi nada, así que sin desayuno madrugué para llegar antes que nadie a la oficina. Allí en la cocina me preparé ...
... una taza de oscuro café y en el baño terminé por arreglarme el maquillaje y perfumarme.
—¡Buenos días Señora Dolores! —La saludé al verla llegar.
—Muchas gracias señora Silvia. Buenos días tenga usted también. Madrugó hoy bastante. ¿Mucho trabajó pendiente? —Me saludó, interesada por conocer la razón de verme allí sentada en mi puesto de trabajo.
—Un poco de informes aún represados, pero esta semana con seguridad me pondré al día, con todo. —Le respondí sonriente.
Amanda llegó al rato y se dirigió de inmediato a mi encuentro. Pensativa, evaluando las palabras para saludarme y obviamente preguntarme como me encontraba después de haber visto a mi esposo con aquella mujer.
—¡Hola mujer! ¿Cómo sigues? ¿Cómo te terminó de ir? ¿Rodrigo regresó anoche muy tarde? ¿Qué te dijo, que excusa te dio? —Muchas preguntas, todas ellas con sus respuestas tan disparatadas por culpa de Rodrigo.
¡Pufff! Suspiré. Y le respondí con rapidez, mientras por la puerta de la oficina Magdalena estrenando traje y mi jefe a su costado, ingresaban para trabajar.
—Después a solas te cuento. Pero estoy bien y te recuerdo que lo de anoche debe quedar entre nosotras dos. —Y Amanda prudentemente se giró para saludar a los recién llegados.
—Buenos días Silvia, cuando te desocupes podrías pasar a mi oficina y revisamos el informe por enviar a las dependencias principales en Nueva York. ¿Por favor? —¿Y de cual informe me hablaba él?
—Por supuesto jefe, en un momento voy. —Le respondí.
A ...