Cena de aniversario
Fecha: 12/08/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos
... abastecía nuestros cubiertos y platos, vi como sus ojos se desviaban disimuladamente recorriendo mis pechos, mi perfil de reloj de arena y mi cabello.
Mi Rey se aclaró la garganta mientras partía un pan por la mitad y el ayudante de camarero se escabulló, pronunciando un fugaz
Disfruten su comida.
Torcí la boca en una sonrisa tensa, mientras mi Rey irrumpió en su línea habitual de quejas y discusiones durante la cena: trabajo (é), escuela (la bendición), trabajo (él, él, él, él).
Su monólogo engreído duró todo el servicio de vinos, durante el cual ni siquiera miró en dirección a Lázaro. Sin embargo, noté que Lázaro tenía la mirada fija en mí. O más bien, se fijó en lo prominente de mi pecho mientras llenaba la copa de vino de mi Rey, y mientras giraba hacia la mía, parecía como si fuera a caer en el abismo suave y acogedor de mi escote. Me reí en voz baja y me sonrojé, sosteniendo mi vaso mientras él servía.
L: Eso es... un hermoso vestido, señorita.- Tartamudeó torpemente mientras limpiaba el borde de la botella con una servilleta y la colocaba en el centro de la mesa.
Cuando se volvió para irse, noté un bulto largo que recorría el interior de su muslo. Mi diablito de la retaguardia me murmuraba -Le gustas-.
Afortunadamente nuestras ensaladas llegaron, permitiendo que mi rubor carmesí y risa pasara desapercibido para mi Rey.
A medida que avanzaba la cena, mi Rey estaba sorprendentemente satisfecho con su plato principal, e incluso se mostró cortés ...
... con Lázaro y el personal del restaurante. Como resultado, yo - y, aunque sin que ellos lo supieran, los otros clientes en el comedor - pudimos disfrutar de nuestras comidas y la noche parecía que iba a terminar agradablemente.
Lázaro regresó con el servicio de postres y café, colocando cada plato frente a nosotros, luego hizo un segundo circuito de la mesa mientras servía los cafés. Mi diablito de la retaguardia reanudó sus maliciosos consejos en mi hombro. Mientras mis Rey, inconscientemente, bebía de su taza.
En la distracción de mis lascivos pensamientos torpemente perdí el agarre del mango de una cuchara, tirando el utensilio al suelo. La cuchara repiqueteó ruidosamente sobre la madera pulida mientras reflexivamente me lanzaba de mi asiento para recogerla en mi vergüenza. La parte delantera de mi vestido se alejó de la parte superior de mi cuerpo, ampliando el espacio entre mi busto y la tela, exponiendo mis tetas colgantes a cualquiera que prestara atención y Lázaro estaba prestando atención.
Con la boca abierta, Lázaro trató de dejar la jarra sobre la mesa mientras se movía para ayudarme, pero atrapó el borde de un plato con el borde de la jarra. La olla desequilibrada se inclinó, derramando café hirviendo sobre el mantel y sobre las piernas de Lázaro.
L: Señorita, ¿se encuentra bien?- Ignorando su propia incomodidad,
Lázaro tenía una servilleta preparada en caso de que me hubiera tocado el derrame. Me quedé boquiabierta en silencio ante el desorden, mis ...