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El profesor de natación
Fecha: 25/08/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... dijo, "Quítate los pantalones y la camisa y túmbate en la camilla boca abajo. Puedes taparte con esta toalla. ¿De acuerdo?". Vi como Natalia asentía con la cabeza sin decir nada. Toni le devolvió el gesto y se fue cerrando la puerta. Natalia se quedó unos segundos en pie en el centro de la sala sin hacer nada. Parecía dudar. Yo la observaba desde el borde de la cortina. Hacía mucho tiempo que no la miraba así, detenidamente, con la ventaja de ver sin ser visto, como cuando la vi por primera vez en una fiesta de la facultad y estuve toda la noche observándola antes de acercarme tímidamente a hablar con ella. Continuaba espectacular. Sus ojos azules y su cabello rubio contrastaban con el sonrojo de sus mejillas, debido quizá a la excitación del masaje, que la hacían perecer nórdica sin serlo. Llevaba puestos unos tejanos de esos de viejo que se había comprado no hace mucho en una tienda de moda del centro, una blusa y un top blancos. El pelo lo tenía recogido hacia un lado con un clip, lo que le daba un aspecto juvenil. Cogía con las dos manos un pequeño bolso que llevaba colgado del hombro izquierdo y en el que acostumbraba a llevar las llaves y la cartera, ya que no cabía mucha cosa más. Por fin, se dirigió a las sillas y dejó el bolso colgando del respaldo de una de ellas. A continuación empezó a desabrocharse la blusa y se la quitó, utilizando el respaldo de la otra silla como percha. El top blanco que llevaba dejaba al descubierto su vientre plano, que como sus ...
... brazos y sus hombros tenía un aspecto atlético, ligeramente musculado, fruto del ejercicio diario de los últimos meses. Se desabrochó el botón del pantalón y volviéndose de espaldas a mí lo dejó caer piernas abajo. El particular striptease que estaba presenciando me tenía expectante, pero mi sorpresa y excitación crecieron a la par al descubrir el pequeño tanga negro que llevaba puesto mi novia. Apenas un pequeño triángulo de tela a la altura de la rabadilla del que salían tres tiras, una de las cuales se perdía entre su redondo y torneado culo. Sentí una punzada de celos que me atravesó el estómago. No podía evitar pensar que Natalia se había puesto el tanga para Toni. Mientras se inclinaba hacia delante sus glúteos se separaron y me permitieron ver que la estrecha tira del tanga apenas cubría el ano y que los labios de su vagina la desbordaban y engullían. La redondez del culo daba paso a unos muslos esbeltos y sedosos. La visión robada y pornográfica del trasero de mi novia me produjo una erección instantánea y mi pene empezó a pedir a gritos salir de su cueva y lanzarse sobre Natalia. Pero conseguí mantenerme tras la cortina, en parte por la parálisis y estupefacción que me estaba provocando toda esa situación. Me limité a desabotonarme el pantalón y bajar la cremallera para aliviar un poco la presión. Mientras tanto Natalia ya se había quitado las sandalias y el pantalón y recogía éste sobre el asiento de una de las sillas. Cogió la toalla y pareció disponerse a tumbarse en ...