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Coqueteando con el empleado de mi esposo
Fecha: 29/08/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... disfrutando del tótem de Enzo. Introducía lentamente su polla en mi boca, su glande pasaba a través de mis labios e iba abriéndose camino hasta llegar a introducirse en mi garganta donde lentamente volvía a salir hasta volver a situarse frente a mí. Su pene babeaba por causa de mi saliva y un hilo de baba lo unía a mi boca. Era una imagen muy excitante. Tan pronto como pude ver en su cara que estaba en el paraíso. Aumente la fuerza de la succión y la velocidad con la que estaba engullendo su falo. Seguía tan duro y viril como en un principio. Sé que, al igual que a mí, a los hombres les gusta la sensación que les produce el introducir sus glandes en mi garganta. A mí me encanta. Me hace sentirme llena. No obstante, la diferencia entre los hombre y yo es que yo no voy a correrme con esa sensación. Ellos sí. Enzo ya no aguantaba. Me detuvo con una mano y se agacho para besarme. Mi boca babeaba un poco y su pene quedo chorreante de saliva. Me tomo por el cuello con autoridad y me levanto para colocarme de pie, nuevamente de espalda hacia él y de frente a la puerta. Yo ya sabía hacia donde iba. Naturalmente no pude ganar el primer juego al que comenzamos jugando. Pero perder una batalla no significa perder la guerra y aunque en primera instancia parecía que yo ya estaba derrotada. Fue justo en ese momento en donde saque la carta a la cual le había apostado todo y que, tal cual como planifique, me daría la victoria de esta batalla. Enzo intento torpemente ...
... desabotonarme el pantalón. Todo esto mientras yo no podía dejar de reírme para mis adentros. Tome aire y me di vuelta con una mirada de perra vencedora. - No. Eso ni de bromas. Enzo me miro con cara de desconcertado. - ¿Cómo qué no? pero si me lo has mamado. ¿Cuál es el problema? Un polvillo rápido. Su cara de desesperación me divertía sobremanera. El tipo inteligente y meticuloso del principio se había esfumado y ante mi quedaba un grandulón torpe que intentaba convencerme con argumentos lógicos o razonables que debía follar con él. - Que no cari. Me has parecido un tío muy guapo y he disfrutado todo esto pero hasta aquí llego yo. Besitos. Todo esto se lo decía mientras me acomodaba la blusa y el cabello. Abrí la puerta para ver si no había nadie cerca y antes de irme me di vuelta y le dije: - Espero tu mensaje Supongo que me iba a decir que no tenía mi número pero yo no le di tiempo y cerré nuevamente dejándolo aun con la polla afuera, llena de mi saliva chorreándole y los pantalones abajo. Yo por otra parte me dirigía al baño a retocarme y mirar que todo estuviese en orden. Al salir pude ver a mi esposo que hablaba plácidamente con algunos compañeros del trabajo. Me le acerque y luego de darle un beso, le explique que había salido un momento a fumar un cigarrillo. Me tomo por la cintura y me presento algunos compañeros. El resto de la velada fue igual. En ocasiones podía ver a Enzo hablando con compañeros en las otras mesas y podía ver cómo me miraba de vez ...