Cogida por cinco amigos de mi amigo
Fecha: 09/09/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: brujitx, Fuente: CuentoRelatos
Hola a todos los lectores de relatos en esta página, para quienes no me han leído, soy Sandra, la Zángana, como me decía mi tío Federico quien me enseñó estas artes desde temprana edad, tengo 35 años, casada, sin hijos, 1,60 estatura, 57 kilogramos de peso, contextura delgada, tetas medianas, una colita redondita y parada, tengo una vida sexual muy activa desde muy niña, aquí otra historia de mi vida real, por eso la contundencia y sinceridad de mi relato escapa a muchos adornos literarios, quedando algo a la imaginación del lector.
Para el mes de septiembre de 2018, contaba con 32 años de edad cumplidos, mi tía Enriqueta fue hospitalizada en Bogotá, Clínica San Pedro, hablé con mi esposo quien me dijo, pues ve y la visitas, esa tía te quiere mucho, estuve buscando un tiquete aéreo desde la ciudad de Bucaramanga a Bogotá, no fue posible, todo estaba ocupado, decidí viajar esa noche por una empresa de buses intermunicipal, me correspondió un puesto en la parte de atrás, pero por lo menos tenía transporte, salimos a las 21:00 horas y se presupuestaba llegar a Bogotá a eso de las 06:00 am del día siguiente.
A mi lado se sentó un caballero de unos 50 años, muy refinado, un perfume exquisito, varonil, facciones de su rostro muy agradables, muy respetuoso y caballeroso desde el primer momento que ocupó ese espacio, siempre apretaba entre sus manos un portafolios negro, con una combinación como seguridad, que desastre, murmuró, no encontré pasajes aéreos, me toca estar en una ...
... junta urgente en Bogotá, yo tampoco encontré y por eso estoy aquí, le contesté.
Ese fue el inicio de nuestra larga noche juntos en ese vehículo, hablamos de muchas cosas, política, religión, familia, etc., por el camino el bus paró para comprar bocadillos, él me preguntó, ¿quieres un café? O tinto, como decimos aquí, gracias mejor no, luego debo ir al baño muy seguido, yo te acompaño me dijo, así no te roban, sonreí, cuando volvió tenía una bolsa llena de galletas, refrescos, dulces, bocadillos, etc., me ofreció para que tomara lo que me apeteciera, la mayoría de las personas siguieron durmiendo o fingiendo que lo hacían.
Nuestra conversación se fue haciendo más íntima y personal, como todos empezó halagándome por mi belleza, por mi personalidad, por mi charla, por no hacerlo aburrir en ese viaje, entre otras cosas, que lindas uñas tienes, me cogió una de mis manos y empezó a detallar dedo por dedo, cada color o decoración, me apretó suavemente y me dio un beso en mi mano, eso me hizo dar un escalofrío de pies a cabeza y viceversa, no sé cuántas veces ocurrió eso, fue tan sensual, cariñoso y delicado, que casi me desmayo por lo inesperado de todo eso, me abrigó mi mano con la otra suya, como un sándwich, sin más preámbulos se acercó para propinarme un beso en mi boca, solo recibí un pequeño roce en mis labios, ¿tienes miedo?
Claro que sí, eres un desconocido para mí, mira soy un empresario reconocido, tengo una junta con mis socios, en el hotel (el salto), ahí mismo ...