El cuadernillo rojo de Elena
Fecha: 04/10/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... polla por encima de los calzoncillos–. Me va a reventar la polla.
Le metí la mano por dentro de la ropa interior y empecé a masturbarle suavemente. Él echó el tanga a un lado e hizo lo mismo en mi clítoris. No pude evitarlo. Le dijo que se pusiese boca arriba, vi que la polla se le asomaba por la goma del calzoncillo y le lamí el glande desde fuera. Luego se los bajé y su polla saltó hacia mis labios, que le dieron un beso, un lametón y finalmente me la metí en la boca. Le quité la ropa interior y empecé a chupársela. Él respiraba más fuerte. Su polla era más o menos como la de mi novio, quizás con un poco más de diámetro, pero sea por la novedad, sea por el morbo, me pareció muy grande, sobradamente dura y exquisitamente palpitante. Martín se incorporó, me acomodó en la cama boca arriba y bajó dándome besos desde mis pechos hasta el monte de venus, luego me quitó el tanga y bajó hasta mi clítoris. Primero suave, luego más duro. Uf. Me metió dos dedos.
—Estoy muy mojada… –le dije, cómo justificándome.
—Lo sé… –me miró a los ojos con mirada de confiado y se metió los dedos en la boca, y los chupó.
Siguió un momento con el cunnilingus en el que pensé que me iba a correr hasta que le pregunté si tenía condones. Me dijo que sí. Tomo la píldora pero, por si acaso y por salud, casi automáticamente, se lo pregunté. Quería ponérselo él, de pie, junto a la cómoda donde los había guardado. Pero le dije que esperara, que ya lo hacía yo. Se lo puse en la punta del glande y ...
... con una mamada se lo coloqué. En algunos momentos recordaba a Alberto, y me despertaba un sentimiento de culpabilidad pero el morbo y la excitación me lo quitaba de la cabeza rápidamente. Me dejé caer encima de la polla de Martín, que estaba acostado mirándome expectante, solté un pequeño gemido y empecé a cabalgarlo. Me gustaba como me miraba la cara, y mis tetas, y mi coñito depilado salvo por una tira rasurada.
Estuvimos así un rato, hasta que decidió que ya había hecho mucho esfuerzo y que le tocaba. Me puso abajo, mis piernas por encima de sus hombros y empezó a follarme duro. Aún le quedaron fuerzas para ponerme a 4 patas. Después de unos minutos en los que estaba en la gloria mientras me sentía su zorra, le dije entre gemidos:
—Fóllame por el culo –y así lo hizo.
Poco a poco me la fue metiendo hasta que empezó a follarme por detrás como si fuese una muñeca. Yo me tocaba corriéndome brutalmente.
Al rato de disfrutar siendo sodomizada:
—De momento dentro no, pero si quieres correrte en otra parte… –le insinué.
—¿La cara?
—Genial.
Me coloqué tumbada boca arriba y le indique que se pusiese encima de mi vientre. Me cogí las tetas y empecé a hacerle una cubana. Luego se colocó más hacia delante para que le pudiese comer la polla mientras se pajeaba. Y finalmente se corrió. De manera abundante. Cerré los ojos y abrí la boca y disfrute con su esencia salpicándome en la cara y dentro de la boca. Joder, qué polvazo. Luego me indicó donde estaba el baño y ...