Todo puede ocurrir si bajas las escaleras sin bragas
Fecha: 15/10/2022,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
... sin pararse iba separando mi carme rosada, entrando en vagina con mucha suavidad, abriéndola a su paso hasta que no pudo entrar más, “tienes una polla realmente deliciosa” le decía al oído entre jadeos, una polla suave, dura y muy grande empezó hacer que perdiera la cabeza volviéndome loca cuando entraba y salía continuamente.
Una vez más me cogió las piernas y se las puso encima de los hombros haciendo que mi cuerpo dibujase una v perfecta, en donde él en medio podía moverse hacia delante y hacia atrás con comodidad, metiéndome el pene hasta el fondo y arrancando de mí los gritos que acompañaban la música de ambiente, las teclas del piano cada vez que me movía, sonidos agudos y graves al tener las manos apoyadas en ambos lados del teclado.
Su pene entraba dentro de mí, navegando por un mar de placer en el que los dos estábamos inmersos y aunque me gustaba, me encantaba mejor dicho a tener de los gritos que soltaba al ser penetrada por su polla, se me veía incómoda subida en el piano así que Ángel una vez más me cogió en voladas y si sacarme su pene de mi interior se dirigió despacio hacia el sofá, allí primero se sentó, nos besamos con su pene inmóvil en mi vagina, solo pequeños movimientos de arriba abajo, hasta que se terminó por tumbar dejándome como una amazona para cabalgar libremente sobre su pene, subía y bajaba por el como si su polla y mi vagina fueran piezas diferentes, pero anidadas a perpetuidad de una máquina bien engrasada, gimiendo con cada centímetro ...
... que me penetraba dentro de mí, mis manos apoyadas en su torso, bajando mi cuerpo para besarle, que mis pechos bailaban en cada movimiento sobre su musculoso cuerpo, rozando mis pezones contra él, sin sacar su pene de mi vagina mis caderas se movían hacia delante y hacia atrás, intentando meterla más y apretándome contra ella, parecía imposible, pero me había entrado toda y me estaba haciendo gritar cada vez más, él subía su pelvis y empujaba hacia arriba, presionando más su pene sobre mí, cuando no emperezaba a meterla y sacarla primero despacio pintando su polla de blanco por el flujo que salía de mi vagina y segundo aumentando su velocidad hasta parecer un tren a punto de descarrilar haciendo que mi cuerpo bailara, se arqueara mi espalda y mirando al techo con los ojos cerrados podía ver las estrellas del placer.
Estaba feliz, Ángel me estaba follado y me estaba llevando por un mar de sentidos y placeres a los que nadie me había llevado hasta ahora, me encantaba verle disfrutar, gemir y gritar, su cara de placer lo decía todo supongo que como la mía que en ocasiones, no podía ni dar un grito más, con la boca abierta lo intentaba, pero no salía, sonreía, reía, lloraba de placer hasta que sentía que llegaba al final de la estación, me incorpore y apretándome los pechos con sus manos por debajo me movía hacia arriba y hacia abajo con rapidez, metiéndola y sacándola de mi vagina, estaba como una yegua desbocada, subiendo mis manos a mi pelo deshacía mi moño y soltadme el pelo ...