1. Melisa, Marisa, Ruben....¿fingimos?


    Fecha: 30/10/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hora y media más tarde.
    
    Hora y media hablando del rococó, del impresionismo francés, de lo difícil que resultaba compaginar unos horarios demenciales con una crianza de vértigo, de la soledad de quien se cree acompañado.
    
    La puerta estaba abierta.
    
    Desde la cocina llegaba luz, ajetreo, ruido de cristal y cacharros.
    
    Al entrar, topamos con Rubén tratando torpemente de pelar unas patatas mientras Marisa no encontraba el botón de potencia de la vitrocerámica.
    
    Casi al unísono, Melisa y yo respiramos con evidente alivio.
    
    Ambos esperábamos verlos ya sobre la mesa representando a Nicolas y Jessica, a un cartero llamando por duplicado.
    
    Pero, por suerte, lo que encontramos, fue un torpe intento de cocinar una tortilla de patata.
    
    Cenamos con sorprendente naturalidad, en confianza, olvidando las extrañísimas circunstancias que nos habían conducido hasta esa sobremesa.
    
    Durante todo el convite, charlamos, bebimos, reímos y, bajo la tarima, dejaba que mi pie se enzarzara traviesamente con el de Melisa, quien no dejaba de responder a mis arrumacos podológicos.
    
    ¿Hace unas copitas junto al fuego?
    
    La casa, como buen casón soriano, disponía de una chimenea castellana que, personalmente, me había encargado de nutrir durante toda la tarde.
    
    Las mujeres nos prepararon unos combinados.
    
    Un acto en apariencia banal que, sin embargo, ayudó y mucho a diluir los innatos resquemores entre dos mujeres tan diversas en carácter y en abierta competencia.
    
    Estáis ...
    ... fantásticas – les dije, confieso que embelesado por la escena.
    
    Ummm, gracias cielo – respondió Marisa sin mirarme, pues justo en ese instante, apareció Rubén con su enésimo cambio de camiseta, a cada cual más colorida y ajustada.
    
    Melisa, en cambio, vestía un vestido sin aparato, algo ligero para la época, de falda hasta medio muslo, negro intenso, contraste sobre una piel aria, salpicada al capricho por innumerables pecas.
    
    Así fue como la velada, iba lentamente deslizándose.
    
    Yo me senté entre las orejeras de una gigantesca y dieciochesca butaca.
    
    Melisa en su hermana gemela justo enfrente.
    
    Marisa y Rubén optaron por el tresillo donde ella, descalza, mecía con una mano el gin tonic mientras con la otra, acariciaba el muslo del compadre.
    
    La conversación, en principio nutrida y a cuatro fue, sin darnos cuenta, derivando a un diálogo de dos utilizando un tono retirado e íntimo.
    
    Eran ellos.
    
    Melisa y yo por contemplándonos en silencio, inmunes al sonido de zalamería y beso que llegaba desde el fondo.
    
    Escuchamos suspiros, escuchamos respiraciones agitadas, escuchamos un “quiero comértela”.
    
    Sabía bien que, en ese momento, Rubén había desabrochado la camisa de Marisa quien, sin sostén, ofrecía sus buenas tetas al devorador el cual, incapaz de resistirse, estampaba ya sus jugosos besos sobre ellas.
    
    Marisa lanzó un gritito.
    
    Un suspiro ronco cuando sintió sus pezones embutidos en aquella boca.
    
    Mira la zorrita como le gusta.
    
    Vamos arriba cabronazo. Estoy ...
«12...121314...18»