1. Lo que pudo haber sido (Parte V)


    Fecha: 18/11/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    ... verga – Mira, ella es una zorrita, eso no lo podemos negar. Pero creo que te ama. Tanto, que se deja engañar. Es tu esclava, tu puta y además te está teniendo la confianza de contarte todo esto. Si se va a buscar verga, es porque le gusta y no puede quedarse quieta, por más sexo que tengan entre ustedes. Pero, eso tú ya lo sabes y le has dado tu consentimiento. Eso habla bien de ambos.
    
    - No puedo evitarlo la verdad – comenté meditando todo aquello y me dolía admitir que tenía mucha razón en lo que me decía.
    
    - ¿Quieres saber alguna cosa más o con lo que te dije fue suficiente? – me preguntó incorporándose, pero al instante se colocó a cuatro y levantó su trasero
    
    - Por lo pronto, creo que es suficiente – comenté acercándome a ella, dispuesto a penetrarla por fin – Quiero saber más, pero tengo toda la noche para interrogarte – le solté una buena nalgada, quizá algo dura, pero ella solo gimió de gusto
    
    - Eso era lo que yo quería desde un principio – añadió como en un ronroneo después de gemir ante otra nalgada aún más fuerte que la anterior. Fue delicioso golpearla.
    
    - ¿Dónde la quieres? – pregunté restregándole mi carajo en la vulva
    
    - Donde quieras mi amor, tú mandas – me dijo casi en un gemido abriéndose las gigantescas nalgas, dejándome disponible también su culo y apoyándose en el sillón. Coloqué mi verga a la entrada de su culo
    
    - ¿Te molesta que lo hagamos sin condón? – pregunté mientras lubricaba mi pene con los flujos de su vagina y haciendo intentos ...
    ... de clavársela en el ojete
    
    - No, sin problema – me aseguró moviendo su trasero sugerentemente – y si quieres terminar dentro, tampoco hay problema, estoy operada.
    
    Cuando logré meter el glande en su orto, se la clavé entera y ella sólo suspiró. La tomé de las caderas e imprimí mi más frenético ímpetu desde un inicio. Aquello la hizo sonreír y noté que se jalaba los aros de los pezones con una de sus manos. Al poco rato, con una de mis manos le tomé del cabello y la jalé con brusquedad hacia mí, haciendo que se arqueara un poco. Con mi mano libre le solté un buen cachete en el rostro, que ella recibió gustosa. No disminuí el ritmo y aproveché para escupirle en el rostro. Maru gemía como una golfa.
    
    En ocasiones, nalgueaba su inmenso trasero con fuerza y ella ni siquiera se inmutaba. Pronto, me di cuenta que mi verga salía algo manchada de su mierda y eso me enardeció aún más. El olor de sus excrementos inundó la sala. Bajé una de mis manos a su vagina y no me extrañó encontrarla completamente mojada.
    
    Tras diez minutos así, estaba por venirme. Se lo comenté a Maru y su única respuesta fue: “lléname el culo de semen cabrón”. Comencé a azotarla con fuerza mientras la seguía penetrando. Me sorprendía que parecía no notar mis golpes, pese a que los descargaba con dureza. Instantes después descargué mi segunda corrida dentro de su ojete y me despegué. Mi verga salió completamente cubierta de mierda, aunque aún dura y goteando de semen.
    
    Lo que hizo a continuación me dejó ...
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