Lo que pudo haber sido (Parte V)
Fecha: 18/11/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos
... aras de todo esto… - comenté agarrando mi pene flácido y sacudiéndolo un poco – Abre la boca
Ella, obediente, se hincó y abrió su boca con una sonrisa. Solté mi orina y ella la recibió con verdadero deleite. Tragaba lo más que podía, pero, al no detener su flujo, la empapaba y se desbordaba. Para más humillación (aunque creía que no había nada que yo hiciera que la hiciese sentir de esa manera) empapé su cabello y todo su cuerpo. Para terminar, llené su copa de vino con un buen chorro de mi agüita amarilla, aunque me guardé un poco para después.
Mientras soltaba las últimas gotas sobre ella y observaba con deleite como ella se relamía, se apoderó de mí cierto furor por comprobar mis límites, así que intenté meterme en el papel de amo sádico. Sin que ella se lo esperase, golpeé su rostro con el dorso de mi mano, lo cual le partió el labio.
- Ahora sí estamos hablando – dijo sin poder reprimir una sonrisa, mientras se limpiaba la sangre con un dedo
- ¿Eso es lo que quieres mujer? – pregunté intentando sonar enojado, pese a que no lo estaba
- De eso pido mi limosna corazón – añadió con una cara que difícilmente puedo describir
- ¿Por qué desperdiciaste mi preciada orina, zorra? – le increpé con ferocidad y al momento siguiente introduje cuatro de mis dedos en su boca, impidiéndole hablar. Ella intentó zafarse de mi agarre, pero tomé su cabello y tiré de él con fuerza para sostenerla. Me había metido en un papel distinto. - ¿Por qué no respondes perra? ¿No te ...
... han dicho que es de mala educación quedarse callada cuando se te está exigiendo una respuesta? – aproveché el momento y le di dos buenas cachetadas, mientras seguía con la otra mano metida en su boca. Ella intentaba hablar, pero no podía y logré ver una mirada divertida en sus ojos. Tras un par de minutos de esfuerzo en lo que ella se retorcía, la solté – Y bien puta…
- Lo siento Señor – se disculpó jadeante y lascivamente, pero con una leve sonrisa – No volverá a suceder
- Esto merece un castigo – sentencié y azoté tres veces sus tetas con violencia – pero no cuento con los instrumentos necesarios. ¡Trae lo que sea que tengas para esos fines!
- Enseguida – obedeció poniéndose de pie y corriendo a cumplir mi orden
Un minuto después trajo una maleta de viaje que abrió a mis pies. Ella se hincó y colocó sus brazos a su espalda y agachó la cabeza. Se le notaba feliz y yo sonreí con malicia. Maru estaba bien entrenada. Al observar el contenido de la maleta me di cuenta de que había muchísimas cosas: pinzas metálicas y de madera, fustas, látigos, esposas, cuerdas, cables, consoladores de todo tipo, tapones anales, bolas chinas, mordazas, correas… en fin, todo un surtido de artilugios.
- Muy bien putita, me has dicho que te gustan que te castiguen – comenté revolviendo el contenido intentando decidirme por alguna cosa que hacer – Y cómo te la has pasado criticándome, seré especialmente severo.
- ¿Puedo correrme mientras me castigas? – me preguntó sin levantar la ...