1. Cosas del azar


    Fecha: 09/12/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... esperando se me ha quedado la boca seca...!
    
    - ¡Vamos a brindar nena! - te gritó Pablo
    
    - ¡Perfecto! - respondiste mientras regresabas al salón sonriente y mordiéndote el labio mirándome fijamente.
    
    - Bueno, vamos a animar esto un poco no, nos bebemos esta de trago……. - anuncié.
    
    - ¿De un trago? - preguntaste alarmada.
    
    - Bueno no sé tú Pablo... ¿te sigue afectando tanto la bebida como antes? Porque recuerdo que cuando te pasabas te dormías y ¡parecías estar muerto!
    
    Nada más terminar esa frase…… me miraste con cara de loba, insaciable pero también de enfado (eso no lo entendí), pero fue Pablo el que contestó riendo:
    
    - ¡Jajajajaja, pues la verdad que sí y casi peor que antes, pero da igual un día es un día y hoy no podrás pintarme pollas en la cara!
    
    - ¡Jajajaja, qué rencoroso eres cabrón! - respondí entre carcajadas.
    
    De sobra sé lo mal que le sienta la bebida a Pablo, de hecho, en alguna ocasión me ha metido en algún apuro por eso, porque bebe más de la cuenta y pierde la noción de todo, hasta el punto de quedarse dormido y luego no acordarse de nada, ni al momento ni al día siguiente.
    
    Las copas corrieron, tal y como tenías previsto y estaba claro por donde ibas, pues cada vez que le pedías un nuevo combinado a Pablo, este gustosamente le daba otro trago para hacer esa especie de competición absurda contigo. Cuando se acabaron los primeros combinados que te había preparado, tú parecías bastante sereno y en cambio él se tambaleaba un poco y le pediste ...
    ... que preparara otra ronda. Cuando Pablo se metió en la cocina y me cogiste por la cintura para ponerme sentada a horcajadas sobre ti, te quería pegar, sin embargo, no sé por qué, pero metí mi lengua dentro de tu boca para besarte de nuevo como una desesperada. Noté una vez más la dureza de tu miembro contra mi sexo.
    
    - Eres un cabrón, ¿sabías? - te dije en un momento.
    
    - ¿Me gustas demasiado y sé que tú también lo quieres, o no? - me dijiste al tiempo que metías las manos bajo mi camiseta para acariciarme.
    
    Tu cara era de puro vicio cuando descubriste que no me había puesto ningún tanga.
    
    - ¡Qué putilla eres! - me dijiste subiendo tus manos desde mi culo hasta sobar mis tetas bajo la camiseta.
    
    Me ponías cachondísima y no pude más que seguir besándote.
    
    - ¡Es que matas! - dije entre jadeos.
    
    - Pues eso no es nada, verás cuando me comas la polla delante de sus narices.
    
    - ¡David! - te dije dándote un golpe en el pecho sin creerme tal cosa.
    
    Justo en ese instante me levanté de tu regazo y apenas unos segundos más tarde salía Pablo con las nuevas copas preparadas. ¡Estábamos jugando con fuego pero nos gustaba demasiado!
    
    - ¿De qué hablabais? – preguntaba mi marido al vernos reír.
    
    - De lo mal que te sienta la bebida, cariño. - respondí yo para recordarle aquella boda en la que tuvieron que acostarle en la cama... y los tres reímos, brindando de nuevo con otras copas en la mano.
    
    Entonces Pablo, se intentaba explicar contando esas anécdotas, aunque algunas ...
«12...121314...28»