Silvia
Fecha: 12/12/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... viernes llega a eso de las cinco, pero entre semana está llegando muy tarde.
-S. ¿Y cómo consigues entretenerte?
-M. Bueno... por la mañana le echo una mano a Luisa con la casa, me da conversación, se me pasa rápido, y luego, por la tarde, cuando se va, pues un poco de ejercicio, lectura, alguna visita y bueno, supongo que puedo confesarte que algo de sexo solitario también.
-S. ¿Me dejas que te quite las medias para acariciarte las rodillas?
-M. A cambio de que me sirvas vino.
-S. ¡Qué bueno! Tanto el vino como los muslos. Caray, con lo que me excitaron ayer y hoy casi me olvido de ellos. Es que estás tan buena que no doy abasto mamá.
-M. Es que estábamos las dos muy aceleradas. Mañana disfrutaremos todavía más que hoy.
-S. Mañana o dentro de un rato.
-M. ¿Te ves con fuerzas?
-S. Por supuesto ¿y tú?
-M. Claro que sí, yo estoy muy entrenada.
-S. ¿Y qué te gusta hacerte cuando te quedas sola?
-M. Pues una época me aficione bastante a internet y raro era el día que no me pasaba un par de horas viendo vídeos.
-S. ¿Qué tipo de videos?
-M. ¡Hija! Menuda pregunta.
-S. ¡Ya! Me refiero a si eran de lesbianismo, o no sé... modelos, chicos, orgias...
-M. Uf, de todo un poco. Si, la mayoría de chicas, lésbicos quiero decir, pero con el tiempo, fui siguiendo a chicas en concreto. La tarta está riquísima, ¿nos comemos la otra mitad o la dejamos para mañana?
-S. Mira lo que tengo aquí.
-M. ¡Los bombones que compramos esta mañana! Oh ...
... vaya, son con licor. No nos hemos dado cuenta.
-S. Lo siento Mami, los cogí yo y ni me fijé. ¿Te traigo más tarta para ti?
-M. No, da igual.
Silvia se quedó en silencio un rato mientras saboreaba un bombón. La conozco tan bien que supe que dudaba si decir o preguntar algo.
-M. ¿Estás bien? ¿Quieres que vaya a buscar una manta para taparnos?
-S. ¿Crees que alguien podría vernos desde otro edificio?
-M. No, estamos a oscuras y los cristales no dejan ver desde fuera. Lo digo por el frío.
-S. No, estoy bien.
-M. ¿Entonces, que te pasa? Te has quedado muy callada.
-S. Me apetece algo, pero, es de esas cosas que me gustan mucho, pero me avergüenzan.
-M. ¿Qué puede avergonzarte después de lo que ha ocurrido aquí hoy?
-S. Una vez lo intenté con Pedro y me avergonzó, me dijo que era una guarrada. Pasé un rato horrible.
-M. Pero, ¿qué es?
Silvia se quedó callada, se metió un bombón en la boca y empezó a masticarlo, hizo como una bola con el chocolate y se acercó para pasarlo de su boca a la mía.
-S. Ahora ya no tiene licor.
Me supo a gloria, todavía sabía a licor, pero estaba calentito y venía con la saliva de mi amor.
-M. Que rico, el mejor chocolate de mi vida. Dame otro.
Nos comimos todos los bombones mezclados con largos morreos. Seguimos acomodadas en la butaca. Sólo estar desnudas viendo el espectáculo que la naturaleza nos ofrecía aquella noche nos mantenía muy excitadas.
-M. Dime ya lo que te ocurrió con tu marido. ¿Qué es lo ...