1. Siento curiosidad


    Fecha: 13/12/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... habría metido en el embrollo. Yo también dude si iba a ser capaz, porque nunca antes lo había hecho y mucho menos estando tú presente.
    
    Pero, la verdad, continuó, gran parte del resultado está en la cabeza de cada uno. Yo imaginaba que aquello iba a ser lo máximo y, aunque estuvo muy bueno, tampoco fue algo que yo dijera que fue del otro mundo, pero, sí, no puedo negarlo, la presencia de ese hombre, su trato, su voz y su accionar en la parte sexual, ciertamente me excitó muchísimo. Y más me emocionó el sentirme atendida, el centro de atención, el objeto de deseo… no sé… las cosas, tal como se dieron, la situación, el lugar, la vestimenta, la pareja, influyeron para que las sensaciones fueran algo más intensas. Eso no lo puedo negar…
    
    Yo pensaba, por ejemplo, que no iba a poder recibir ese miembro en mi vagina y me emocioné mucho cuando vi cómo aquello entraba con facilidad. Mi sexo se dilató bastante, estaba muy lubricada, y el pene de ese hombre se insertó sin dificultad. La sensación fue bastante diferente a lo habitual. Era algo incierto, inesperado y novedoso. Y, cualquier cosa que sintiera, creo yo, se iba a magnificar. Yo también me sentí diferente, como más desenvuelta. Y cuando él entró en mí, me sentí totalmente llena y llegué a pensar que iba a sentir dolor, pero no, la expectativa se transformó en un intenso placer. No sé, la incertidumbre se transformó en seguridad y, al ...
    ... final, me pasó por la cabeza disfrutar las cosas como se venían presentando y ya. Creo que tal vez me liberé de prevenciones…
    
    ¿Dirías tú que se liberó la putita que llevabas dentro? Pues, dijo ella pensativa, si estamos hablando de tener otra actitud con relación a estar con otros hombres, y no sentirme limitada por el hecho de estar casada y comprometida en una relación monógama, sí. La verdad es que influye mucho el ambiente, lo que estamos viendo las 24 horas del día. Esto no es la realidad, muy diferente de nuestras rutinarias vidas, pero emociona, excita, libera y tal vez uno se deja contagiar y se da cuenta de lo que puede llegar a hacer si se lo permite. Al fin y al cabo, es una aventura que nos hemos permitido. Mañana estaremos enfrentados a otras situaciones y tendremos otra actitud. Por ahora, a donde fueres haz lo que vieres.
    
    Me contó que le había excitado mucho sentir la firmeza del pecho y musculosos brazos de Rolando y que, contrario, a lo que yo pensaba, la fascinación con el pene de aquel hombre no era el tamaño sino el sentir como crecía y palpitaba cuando ella lo tenía dentro de su boca. Eso la excitó, porque la hizo sentir con control y dominio sobre su macho. En fin, era un desborde de imágenes y sensaciones que experimentó y que, recordándolas, volvía a excitarla y desear que algo se repitiera. Y ¿Qué quieres hacer? Pregunté. No sé, algo diferente, siento curiosidad… 
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