Un clavo saca otro clavo
Fecha: 13/12/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... pitido se abalanzó sobre mí al tiempo que me dejaba caer sobre el sofá. Suspiré como un globo presionado al sentir todo su peso sobre mí. No se preocupó por aplastarme, sino por agarrar el móvil-. Rita. ¡Por favor! –decía sin darse cuenta que su polla, dura, estaba contra mi tanga. Nos separaba su pantalón y mi ropa interior.
— ¿Qué dirá cuando le diga que me quieres follar? ¿Se pondrá celosa? –Se escuchó el tercer y cuarto pitido-. Puede que se quiera unir…
— No me jodas… No tiene ni puta gracia –Justo cuando terminó de decir eso, Nicole cogía el teléfono.
— ¿Qué verga quieres ahorita, huevón? –se le escuchaba decir. Yo sonreí, silenciosa, pero no dije nada aún con él móvil en mi mano.
— Nicole… M-Me quedé con ganas de hablar contigo.
— ¿Por qué no hablas con Rita?
— Venga… No te pongas así…
``Fóllame´´ vocalicé sin mediar palabras, no estoy segura de si me entendió. Aunque pocos segundos después dejó de restregar su polla contra mi tanga apartándose bruscamente. Frunció el ceño y me miró mal, pero me daba igual porque me levanté con toda la dignidad del mundo y me fui a mi habitación tras devolverle el Smartphone
Me gustaba el jueguecito de las llamadas telefónicas y se me había ocurrido una mejor. Agarré mi móvil, que estaba cargando sobre mi cama y lo desenchufé. Busqué el teléfono de Gabri, un salido con el que había tenido bastantes conversaciones subidas de tono aunque, para mi desgracia, vivíamos bastante lejos el uno del otro. Dándome igual ...
... que fueran las nueve de la noche, inicié una llamada de voz mientras me quitaba el tanga.
Con el coño y el culito al aire tras quitarme el tanga, me subí un poco el top y me senté en la cama. En cuanto aceptó la llamada, le saludé y le pregunté como estaba.
— Pues… Muy bien. La verdad.
— ¿Ya tienes novia?
— Algo así… No es una relación como tal pero… ya sabes.
— ¿Cuándo fue la última vez que follaste? –pregunté coqueta; se rio claramente incómodo.
— ¿A qué viene eso, Rita?
— Solo es una pregunta. ¿Estás solo?
— Emm… Nop.
— ¿Interrumpo algo?
— Tampoco, pero estoy con gente…
— Puedo llamar luego –propuse, fingiendo estar desilusionada.
— Podrías… Aunque te noto algo juguetona.
— ¿Yo? Nah… -contesté divertida, me conocía bastante bien en ese tipo de cosas.
— ¿Cuánto hace que tú que no follas?
— Meses –me sinceré, acariciándome por fuera mis labios vaginales.
— Yo hace días, pero sabes que nunca es suficiente.
— Aja… Y esa chica, ¿Te folla bien?
— ¿Celosa?
— Un poco…
— ¿No vivías con un chico? Fóllatelo.
— Quiero que me folles tú… Te invito a dormir a mi casa.
— Creo que vivo un poco demasiado lejos, Rita –contestó, riendo.
— ¿No te gustaría?
— Sabes que te tengo unas ganas brutales… Pero son varias horas en coche y, buff…
Me levanté de la cama y salí del cuarto, tal como estaba y me dirigí al comedor. No encontré a Pablo allí, así que fui directa cuarto y sin picar a la puerta, la abrí. Ojalá fuese lo ...