Un clavo saca otro clavo
Fecha: 13/12/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Lo prometo –contesté con buen humor, alegre por que se lo tomase tan bien. Y le colgué, sin más. Dejando caer el móvil dentro del cajón.
— Esto no está bien, Pablo… -Mi advertencia iba acompañada de una mirada sumisa, con la boquita abierta apoyando mi culo contra la hilera de cajones. Me agarró del cuello y me guio, muy lentamente hacia su cama, haciéndome sentarme en su borde y luego, recostándome abierta de patas para él-. Pablo… Solo te estaba jodiendo –Noté que estaba temblando.
— Ya te dije que no soy de piedra –repitió sin soltar mi cuello, su mirada era fiera, como si no hubiese rastro del Pablo que conocía.
— Estaba intentando animarte…
— Lo has conseguido –susurró acercando su boca a la mía. No llegaba a besarme y sus labios me rozaban. ¡Joder! Aún recuerdo como me moría porque lo hiciese.
Se escurrió entre mis piernas. Su pantalón, desabrochado y bajado, rozaba mis rodillas mientras su falo se restregaba como una babosa contra mi vagina. Se frotaba y se mecía entre mis labios vaginales mientras sus testículos acariciaban como pinceles todo mi sexo y el extremo de su miembro esparcía cuantioso líquido preseminal sobre mi vientre.
— Sabes que llevo mucho sin follar… Me voy a correr viva si sigues así.
— ¿Cuánto?
— Meses…
— ¿Cuántos?
— No llevo la cuenta –señalé, rauda. Incapaz de hilar un solo pensamiento, con su boca a un mordisco de ser mía y su polla a unos centímetros de ensartarme.
— ¿Quieres que te la meta?
— Aja… -me mordí ...
... el labio inferior para él. Estaba tan cachonda que capaz me la metía y me meaba encima del placer que sentía. La que temblaba en ese momento era yo.
— ¿Te la meto sin condón?
— Quiero tu polla… Pero somos amigos. No quiero arriesgar…
— Demasiado tarde. ¿No? Deberías habértelo pensado antes de menear tu coño frente a mí.
— Te veía necesitado y…Coño. Una no es de piedra –musité bajito con una risita nerviosa, mirándole a los ojos-. Necesitaba ser tu otro clavo –dije con un hilo de voz, como si gritar más fuerte me fuese a hacer mearme encima-. Sé que está mal… Pero te deseo. Te quiero dentro. Bésame. Fóllame… Hazme lo que quieras.
Empezó a sonar mi móvil, extraviado en el cajón. Lo agarró con desgana por mí: en un abrir y cerrar de ojos se apartó de mí para cogerlo y se volvió a apear entre mis piernas.
— Es Nicole… -le informé mirándole a los ojos.
— Cógeselo. Ya le dije que me iba a dormir. –añadió, mientras el móvil seguía sonando.
Pese a todo lo que había hecho, todo lo que le había provocado y todo lo que había odiado a Nicole, no estaba segura de estar realmente preparada para traicionarla de esa manera tan descarada. Quizá fue el pánico del último momento, pero pese a que vacilé en descolgar la llamada, la acabé aceptando… Pablo activó el manos libres por mí y me besó con lengua mientras ella me saludaba.
— Rita –dijo mi nombre antes de suspirar, como si estuviese agotada. Tardó unos segundos en continuar-. ¿Lo estoy perdiendo? –comenzó a decir ...