Un clavo saca otro clavo
Fecha: 13/12/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... excitaba que estaba.
Plas, plas, plas, plas, plas… Batí sus huevos a golpes de culo, subiendo y bajando. Sentí los musculos de su vientre palpitando, vibrando. ¿Lo peor de todo? Me estaba a punto de correr cuando se inclinó hacia adelante y caí de espalda con él encima. Su polla resbaló hacia fuera y lo sentó botar toda esa leche sobre su vientre y, pese a haber estado tan cerca, no podía parar de reír.
— Estás loca… -su voz sonaba agotada; pero sabía que no era por cansancio, sino por el susto-. Luego me criticabas por ser un inconsciente con Nicole.
— Sacas lo peor de mí. Nah, en verdad… Sabía que me apartarías.
— Si no lo hubiese hecho. ¿Qué?
— No tenía dudas sobre ti –mentí. Se me quitó el interés de hacer nada más; mi excitación se diluyó como una gota de limón en un vaso de agua.
El hecho de estar a punto de correrme me puso de muy mal humor, aunque por suerte, tras correrse me dejó descansar un rato en el que aproveché para echar una siesta. Al levantarme y sin más demora, hablé con él y me prometió que el jueves sin falta iría al médico a pedir el alta para la empresa. Tras la merienda, reconozco que fui ya la que empezó a chupársela sin provocación previa mientras veíamos una serie en Netflix… Y él me agarró del cuello sin apretar y sin ahogarme.
Se le veía decidido a experimentar respecto a eso, pero no le salía ser malo… Al menos, no en ese momento.
***
Después de cenar, se estábamos comiéndonos mutuamente la boca en el sofá cuando sin ...
... querer alargarlo más lo agarré de la muñeca y lo llevé a mi cuarto. Le puse un condón y le hice prometer que cada vez que estuviese a punto de correrse, me avisaría.
Chop, chop, chop, chop… Botaba como una magnífica jinete mientras me mordisqueaba el pezón. Tenía la manía de agarrarme ambas nalgas con sus dos manos y apretármelas hasta presionar con sus uñas en mi carnes, mientras sus dedos amenazaban con meterse dentro de mi culo… Era una sensación que me volvía loca, aunque nunca llegaba a meter los dedos.
Cada vez que estaba a punto de correrse, yo paraba y me quedaba quieta como una piedra, esperando a que se le pasase antes de continuar. A la cuarta vez, me empujó sobre la cama y aceleró como una bestia entre mis patas, haciéndome gozar con esa gustosa sensación de sentir su semen llenando mi vagina… Aunque fuese dentro del condón.
Durmió en mi cama y nos encendió un par de veces dormir juntos, por lo que me despertó a besos y restregándose contra mí sin importarle que yo trabajase. Entonces, sobre las dos de la mañana, cogí el sueño abrazada a él y no volví a despertarme.
*** Jueves ***
*************
Fui al trabajo y volví a casa, dando largas a mis amigas que me pedían quedar a tomar algo. Desde el domingo mi día a día era trabajo y Pablo, trabajo y Pablo, trabajo y Pablo… Como no había estado trabajando, él se había encargado de la compra y de mantener limpia la casa. Algo en lo que, pese a hacerlo a su ritmo, cumplió bastante bien.
Para evitar ...