Regalando ajuar de novia
Fecha: 22/12/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... belleza!.
Mientras entraba en el baño, me dijo: -Creo que la tanga es muy atrevida, que no se si debo llevarla el día de la boda.
-Pues claro que sí. Además, ¡el que te va a ver es tu marido!.
Ella entro, y comprobé que realmente, si que era atrevida aquella prenda, la tanga era bastante transparente por lo que se observaba claramente el bulto que formaban los labios externos de su panocha.
No obstante observe, y así se lo hice saber, que todavía teníamos que recortar mejor su pelambrera, ya que sobresalían muchos pelos. Y le indique que en su trasero también tenía algunos pelos que teníamos que eliminar.
-¿más todavía?.
Ella se dio cuenta de que prácticamente se iba a tener que desnudar y que, si accedía, me iba a tener que mostrar en su plenitud todo su coño y hasta posiblemente su ano.
-crees que es necesario. Es que, joder me vas a ver toda. La verdad no creo que sea correcto.
-Judith ya que has empezado, no vas a presentarte con esos vellos salteados, cuando te tengas que desnudar ante tu marido. ¡Qué crees que va a pensar!.
-joder… no contaba con esto. Pero por favor, no me mires mucho.
Le insinué que era mejor que lo hiciéramos en otro lugar, que allí era incomodo. Le dije que mejor que se recostara en la cama del dormitorio, mientras yo la terminaba de afeitar.
Totalmente sonrojada, aceptó. Sin embargo mientras nos dirigíamos hacia el dormitorio, capte su mirada hacia el enorme bulto que se verificaba en mi pantalón a la atura de mi ...
... bragueta. Note el acaloramiento de ella, pero no me dijo nada al respecto.
Llegamos al dormitorio, la hice recostar boca arriba sobre la cama, pero antes, puse una toalla bajo sus posaderas para no ensuciar la cama, y abrí sus piernas casi totalmente.
Y sin que ella me diera autorización alguna, procedía a desplazar su tanga hacia un lado, dejando al descubierto todo su coño por primera vez. Ella, al momento intento evitarlo, pero insistí:- es necesario Judith, si no puedo ensuciar la tanga, y entonces no podrás llevarla el día de tu boda.
-pero. ¿Es que me estás viendo toda!. Me dijo acalorada y casi desesperada.
-venga será solo un momento.
Con lo excitada que estaba, y viendo que ya le había visto toda su panocha, se dejo hacer, y, yo tras darle brocha, empecé a recortar son sumo cuidado aquellos vellos que le restaban, ya que estaba cerca de los labios de su coño, indicándole que no se moviera, ya que si no le podía cortar. Ello me permitió, con total descaro por mi parte, meter unos cuantos dedos dentro de su raja, comprobando que estaba encharcada, y además notaba que estaba muy caliente.
Hice la misma operación por el otro lado, y comprobé con verdadero asombro cómo, Judith incluso se relamía los labios, ya que tenía los ojos cerrados.
Le dije que para terminar la operación, debía quitar los pelos que estaban cerca de su trasero. Por ello, sin más palabrería, alce sus piernas haciendo que las recogiera, y luego separe el hilo que apenas cubría su ...