Conociendo a Leti
Fecha: 22/12/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... no tengo ganas.
- No soy tu mama, y creo que debías de comer – fue como si se soltara un resorte, se levantó y me encaró furiosa.
- ¿Qué haces tú aquí? ¿a qué viniste? ¿te parece poco lo que hiciste? – las lágrimas le resbalaban por las mejillas.
- Leti, vengo porque tu mama me avisó que estabas mal.
- ¿Y qué te importa, acaso te interesa algo cómo me va?
- ¡Y cómo no me va a interesar! Somos amigas y te quiero
- ¿Amigas? Que mierda de amiga eres, o te crees que no me di cuenta todo lo que hiciste a propósito para salirte de al lado mío, y tienes la caradurez de decirme que me quieres, ¿esa es la forma en que me quieres? – me dolieron mucho esas palabras y no me aguanté
- Esta es la forma en que te quiero – me acerqué y antes que se separara la tomé de la nuca y la atraje hasta darle un beso, no fue gran cosa, pero fue un beso – así te quiero, ¿tú me quieres así? – la miré decidida, me miró desconcertada, seguramente no entendía, los ojos bien abiertos, se movió rápido, me agarró del pelo, pensé que me iba a dar un tortazo, pero no, me atrajo y pego sus labios a los míos; no fue como mi beso, este era como para dejar la boca ahí por un buen rato. Ahora la desconcertada era yo.
- Así te quiero yo – me dijo cuándo paró a respirar – y voy a hacer lo que sea para que no desees a nadie más que a mí, yo voy a aprender a darte todo lo que quieras
- Leti, yo no necesito a nadie más que a ti, y si tienes que aprender vamos a aprender juntas, yo tampoco ...
... quiero que necesites a nadie más.
- ¿Y no lo vas a querer a Oscar? La cara que te vi esa noche era de celos, no lo niegues.
- Claro que era de celos, ¿qué quieres? traté de que me dejara en paz y cuando vuelvo del baño te estaba abrazando como yo nunca te había abrazado, yo te quería para mí y él se estaba aprovechando y te dejabas.
- Yo lo que no quería, es que siguiera bailando contigo, a mí que me importa el.
- No puedo creer los momentos que pasamos y lo que hicimos por ese mal entendido
- Lina, eso ya pasó ¿estás segura que me quieres? Mira que no va a ser fácil, empezando por nuestras mamas.
- Tampoco se lo vamos a decir ahora, no sé qué vamos a hacer, lo que sé, es que la única que me puede separar de ti, eres tú, así que decide, dime lo que quieres.
- Esto quiero – me agarró del cuello y volvió a tomar mis labios con los suyos en un beso apasionado – hace mucho que tengo ganas de comerte esos labios preciosos.
- ¿Será porque hace dos días que no comes?
- A lo mejor, me voy a sacar el hambre contigo – seguimos besándonos un buen rato, pero a mí, ya me vino a la mente lo que me había dicho Sandra, que no comía desde el día anterior
- Leti, déjame prepararte la comida que te quiero bien alimentada.
- Pero si me estás alimentando con tus besos
- Mis besos sabes que son tuyos, pero también quisiera llenarte la barriga
- Si no me das de comer tú, no como.
- Claro que te doy de comer, eres mi bebita y te voy a alimentar para comerte ...