1. Conociendo a Leti


    Fecha: 22/12/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... el examen de admisión. Nos ofreció que a la tarde, podíamos ir dos veces por semana a su casa para adelantarnos. Volvimos contentas, habíamos aceptado, le dije a mama.
    
    - Mejor así, que no se les olvide que lo de ustedes puede terminar, pero la vida sigue
    
    - Caro, no va a terminar, quizá no es lo que quieras para Lina, pero nos amamos.
    
    - Lo que quiero para Lina es que sea feliz, si va a ser a tu lado, lo mismo quiero para ti
    
    - ¿Nos vas a ayudar a decirle a mi mama? Vuelve el fin de semana.
    
    - Sí, les voy a ayudar, pero ustedes se creen que tu mama es tonta – nos dejó con esa explicación, ¿sabría algo Sandra? Sí sabía. Cuando llegó, mama la invitó a comer a casa, nos mandó a comprar unas cosas al Súper.
    
    A la vuelta la noticia estaba dada. Parece que fue todo menos noticia.
    
    Lo de ella fue bastante parecido a lo que dijo mama, que siguiéramos ocultándolo y después veríamos. No era algo que nos gustara mucho, pero conociendo la reacción en otras familias, lo nuestro era una bendición.
    
    Faltaban pocos meses para terminar los cursos, Irene nos exigía bastante, pero nosotras le cumplíamos. Parecía que sabía lo nuestro y nos miraba con cariño.
    
    Los fines de semana Sandra salía con las amigas, y Leti se quedaba a dormir en casa.
    
    Esos días eran nuestros, ahí aprovechábamos para volver a hacer el amor como cuando se quedó por primera vez; claro, después seguíamos, pero no ...
    ... habíamos avanzado más, éramos vírgenes y queríamos guardarnos así hasta una buena ocasión.
    
    Leíamos bastante sobre lesbianismo y nuestros calentones nos agarrábamos, pero era como si quisiéramos que esas cosas fueran llegando cuando nuestro amor lo pidiera.
    
    Terminamos las clases con las mejores notas. Ahora venía lo más exigente, los exámenes los dan como un test, y a veces cuesta entenderlos. La ayuda de Irene fue incalculable, nos prestó libros, y sobre todo nos mostró exámenes de otros años para que nos diéramos cuenta las pequeñas trampas que siempre metían.
    
    Estudiamos mucho, pero valió la pena. La beca que sacamos era la más completa, le avisamos por el móvil a casa, el día que volvimos nos esperaban para ir a cenar al mejor restaurant de la ciudad, habían invitado a Irene, pasamos una velada maravillosa.
    
    Al volver dejamos a Irene en su casa, pedimos si podíamos dormir en casa.
    
    - ¡No, no, no! cada cual a su casa y a preparar la ropa para mañana – dijo Sandra
    
    - ¿La ropa para qué? – pregunté
    
    - Para ir por tres días a un hotel a la playa a olvidarse un poco de tanto estudio – eso fue el mejor regalo, estaríamos las dos solas, disponiendo de nuestro tiempo como cuando nos fueramos a vivir juntas. Era el mejor regalo, y era la primera vez que nadie nos iba a vigilar, nuestras madres nos daban el documento de adultas.
    
    Estábamos esperando la mejor ocasión, y esta había llegado 
«12...12131415»