1. Cuatro hombres diferentes me probaron aquel día.


    Fecha: 30/12/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cabeza durante unos segundos, y después me la metía hasta el final.
    
    Recuerdo que el chaval estaba agarrándose al lavabo para no desmayarse del gusto, y yo solo me concentraba en mi tarea. En una de esas veces, y habiendo pasado (gracias a dios) solo un par de minutos, agarró mi cabeza con fuerza y empezó a descargar chorros y chorros de lefa en mi boca, los cuales gustosamente tragué, y me centré en dejar la polla bien reluciente a lametazos, por los lados y cerca de los huevos.
    
    Tras esta mamada de cine, me dió los 50 euros y me volvió a tocar las tetas a modo de despedida. Le dije que ni se le ocurriera comentar nada con los demás, y que si lo cumplía podríamos tener más encuentros a lo largo del día y otros días diferentes. Aceptó. Otra boca cerrada a cambio de favores. Salí del baño y fui a coger lo que había entrado a buscar… En fin, no llevaba ni una hora en el campo y ya había vaciado mis primeros huevos. Por poco se me escapa una carcajada cuando una de mis amigas dijo que el chico que más le gustaba era justo al que yo acababa de comerle la polla, y que tenía cara de bueno. Sí, vaya cara de bueno tenía… que se llevaba 50 euros al campo sabiendo que yo iba a estar, para que le hiciera una limpieza de sable.
    
    Pasó la comida, pasó la hora del café y las cachimbas… Ya eran las 5 de la tarde y la gente estaba jugando a las cartas. Fue un momento perfecto para avisar a mi amiguito de que me siguiera (sin que fuera muy obvio) hacia el baño de nuevo. Estaba muy ...
    ... cachonda y esta vez que la cosa estaba más tranquila, y la gente iba más a lo suyo, quería sentarme encima de esa polla a ver si podía correrme y saciarme.
    
    El chaval estaba super emocionado, y cuando tocó la puerta del baño supe que era él. Quité el pestillo, abrí y se lanzó a agarrar mis tetas y mi culo por encima de las mallas. Para no perder mucho el tiempo, liberé su paquete del pantalón y le dije que se sentara en el váter. Me puse de rodillas y empecé a comerle de nuevo la polla, aunque sólo medio minuto o así. Tras ello, me levanté, me bajé mis mallas y el tanga y me puse de espaldas a él. Me eché hacia adelante y me apoyé en la pared, abrí con las manos mis cachetes del culo y le pedí que me lo comiera absolutamente todo. Se lanzó encima de mi coño y mi ojete como si fuera un perro. Mi chochete, del gusto que estaba recibiendo, empezó a soltar flujo y mi ojete se abría y cerraba boqueante, pensando que dentro de poco habría fiesta. La verdad que la maestría bucal de aquel niñato estaba bastante bien, hasta tuve que taparme la boca de vez en cuando para no soltar un gemido de zorrón.
    
    Una vez que mis agujeros estuvieron bien lubricados, me senté encima de él de golpe, llevando su polla hasta mi chocho y dejándome caer. El chico no daba a basto, me agarraba el culo, las tetas, la cintura… y yo me centraba en botar encima de su rabo lo más duro que podía. Nuestros muslos chocaban y eso me daba algo de mal rollo, que se pudiera oír, pero cuando llevó su mano hasta mi coño ...
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