El Regalo: Un antes y un después (Primera parte)
Fecha: 02/01/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... –sintiéndome cohibida– dirigiéndome hacía el interior de la cocina, sin contestar ni dejar que mi esposo advirtiera en mi rostro algún signo de perturbación. Pero Rodrigo prosiguió con sus comentarios.
—Tranquila mi vida, haces muy bien tu trabajo y tu jefe no se puede quejar de ti. No tendrás que viajar con él o… ¿Sí? —Me quedé en silencio por un breve instante, pensando si mi esposo tendría el don de la clarividencia y yo, después de todo, debería viajar con el entristecido jefe mío. Me sentí de pronto angustiada por eso y además, porque yo no tenía en regla mis documentos, si los llegara a requerir para viajar fuera del país. Rodrigo me observó fijamente mientras daba cuenta de los huevos revueltos y el café. Las rebanadas de pan finalmente no las tocó.
—Teníamos que revisar unos movimientos bancarios que no están bien soportados. ¡Ya te lo había explicado! Creo que te había quedado bien claro. —Le respondí alterada mirándole enardecida, mientras terminaba de enjuagar los platos. Mi esposo abrió sus ojos y sé echó hacia atrás en la silla, corriendo la taza de café con su mano, bastante sorprendido por mi sorpresiva y puntual aclaración. La cara de Rodrigo me lo decía todo y entonces, tomé conciencia de lo que acababa de decir y como se lo había recalcado de altanera manera. No, no era la forma, no era mi intención. Pero de pronto me sentí señalada, acusada. Arrepentida, bajé el tono de mi voz y mi cabeza por igual.
—¡Lo siento! Como te decía, esta semana debemos ...
... enviar los informes a la junta directiva antes de este próximo fin de semana. Y el viernes se nos pasó muy rápido la tarde y no alcanzamos a dejar al completo las últimas transacciones. —le respondí a mi esposo después de repasar los últimos acontecimientos sucedidos en aquella oficina. ¡Y me avergoncé!
Creería que me puse un poco pálida, pero el estar ya maquillada, eso me favoreció. Sin embargo Rodrigo es muy detallista e intuí que algo pudo percibir en mi rostro, porque cambió su semblante y apartó su mirada, en franca molestia por la manera en que le había contestado.
—Pero mi amor, no creo que deba viajar con él, si eso te molesta o preocupa. Nunca me ha necesitado en sus viajes. No creo que esta vez sea la excepción. —Terminé por decirle ya más calmada.
Rodrigo se tomaba con mucha tranquilidad el desayuno y yo… Me sentía confundida, como apresada en mi propio hogar y me urgía salir del piso. Estaba afanada y quería llegar al trabajo para aclarar mi situación.
—¡Cielo apresúrate que se me hace tarde! O… ¿Amor, te parece si tu dejas hoy a los niños en el cole? ¿Por favor? Necesito llegar temprano a la oficina y terminar lo que dejé pendiente el viernes pasado. —¡Maldito viernes, maldita tarde! Pensé para mí. Debería enterrarla en lo más profundo de mis recuerdos, no volver a dejar que sucediera.
—Listo amor, claro que sí, pobrecita mi vida. Y eso que el viernes pasado tuviste que trabajar hasta tan tarde. ¡Ten! toma este dinero y vete en taxi o en un Uber. ...