1. El anonimato es afrodisíaco


    Fecha: 04/01/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... quedé dormido casi de inmediato. Lo cierto es que cuando me desperté, ella estaba durmiendo a mi lado, pero no me di cuenta a qué hora había llegado. Cuando despertó, pregunté, oye, y a ¿qué hora llegaste? Al ratico, pero tú ya dormías y roncabas. Y ¿qué hiciste? Me fui caminado por la playa hasta la marina y me devolví. Quería sentir el aroma del mar y el viento refrescando, porque en esa discoteca hacía calor y sude bastante bailando. Si, respondí. Además, como había tanta gente, el aire acondicionado parecía no dar abasto.
    
    Fuimos a desayunar y después, nos embarcamos en un tour, para ir a visitar Santo Domingo. Y allí pasamos todo el día. Cuando regresamos, fuimos a comer a uno de los restaurantes temáticos que había en aquel lugar, donde ofrecen comida mexicana. Y estando allí, instalados en la mesa, vimos ingresar al profesor, quien, al vernos, fue directamente a nosotros, saludó a mi esposa, y se me presentó. Mucho gusto, señor, Jhonny. Tuve el placer de bailar con la dama el día de ayer en la discoteca. Si, dije, los vi. Bueno, lo felicito, me dijo, ella baila estupendo y lo hace sentir a uno muy bien. Gracias, le contesté.
    
    ¿Los puedo acompañar?, preguntó. Si, claro. ¿Está solo? Si, dijo. Dejé organizada a la gente con uno de mis compañeros y me escapé para liberarme del ajetreo y descansar un rato, así que me vine a cenar a este lugar, dijo. Más tarde, seguramente, los muchachos querrán ir a la discoteca. ¿Van a ir ustedes? A mí me gustaría, se adelantó a ...
    ... decir mi esposa. Bueno, la verdad, yo no lo había considerado, porque pasamos todo el día por fuera. De pronto sí, dije. Perfecto, dijo él, si van por allá nos hacemos mutua compañía.
    
    Y, mientras cenábamos, Jhonny habló sobre su trabajo, lo que hacían con los muchachos en el colegio, anécdotas de otras experiencias con los muchachos y cosas por el estilo. Y, terminada la cena, se despidió y dijo que nos esperaba si es que nos decidíamos a ir. Yo quisiera descansar, afirmó, pero estos muchachos tienen una energía inagotable y debemos estar pendientes de ellos. Bueno, dije yo, si nos animamos, por allá llegamos.
    
    Ese día había un espectáculo en otro lugar, al cual habíamos considerado asistir. Era una presentación de bailes dominicanos y del caribe, bastante animados, por cierto. Una vez terminado el evento, regresamos a nuestra habitación. ¿Al fin vamos a ir a la discoteca?, preguntó ella. Pues la verdad, yo no tengo ni cinco de ganas. Yo si quisiera ir un ratico, comentó. ¿Me acompañas? Bueno, vamos, pero si me coge el sueño, me devuelvo de inmediato; ¡mira la hora que es! Bueno, pero vinimos a esto ¿no? Pues, siempre y cuando uno le saque gusto, si, pero si uno no tiene ganas, pues no. Ay, deja la quejadera, es solo un ratico. Okey, vamos pues…
    
    Cuando llegamos, el profesor estaba en la puerta y, al vernos, levantó sus manos para hacerse notar. Nos acercamos a él y nos dispusimos a entrar. Pensé que se habían arrepentido, dijo. No, contestó ella, fuimos al espectáculo de ...
«1234...8»