1. El anonimato es afrodisíaco


    Fecha: 04/01/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... a encontrar con unos compañeros de trabajo que, por casualidad, estaban alojados en un hotel cercano y que habíamos quedado de encontrarnos para tomar unas cervezas. ¿Te demoras?, preguntó ella. Yo diría que no, pero tú ya sabes cómo es eso. Espero estar a la 1 am de regreso, a más tardar. Bueno, profe, encantado de conocerle y que tenga buen viaje. Muchas gracias, dijo él. Los espero en San Juan, cuando quieran. Bueno, pero nos tiene que dar el contacto. Yo los dejo con Laura; no se preocupe. Entonces, desde mi perspectiva, las cosas ya estaban marchando.
    
    Yo llegué primero a la habitación y me dediqué a acomodar las sillas en el balcón, de manera que tuviera acceso visual hacia la habitación, tratando de pasar desapercibido, utilizando únicamente las cortinas como escudo. La habitación tenía interruptores para graduar la intensidad de las luces, por lo cual las ajusté de manera que quedara todo en una conveniente media luz, que permitía mantener todo en penumbras y quedar yo, detrás de las cortinas, casi en total oscuridad. Me iba a tocar quedarme muy quieto.
    
    Mi esposa llegó al rato. No dijo nada. Como no me encontró en la habitación, de primera mano, y viendo que todo estaba a media luz, se asomó al balcón. No me di cuenta que estabas aquí, dijo. Pues esa es la idea, contesté. Por nada del mundo debes dejar que el tipo se acerque a la ventana. Si eso va a pasar, ya me imagino saltando yo la barda y ocultándome a un lado de la habitación, que quedaba situada en un ...
    ... primer piso. Ella, mientras tanto, encendió el televisor y buscó en el TV CABLE, un canal de música. Seleccionó una música suave, tal vez Soft Rock de los años 60 y 70´s.
    
    Estaba vestida con un vestido enterizo blanco, decorado con flores rojas y violetas, bastante bonito, que cubría un pequeño bikini blanco. Por lo demás, solo vestía unas sandalias de tacón alto que resaltaban la figura de sus piernas. Entró al baño, se retocó el maquillaje y pareció estar lista para recibir al invitado. Bueno, finalmente, ¿qué le dijiste para que viniera? La verdad, contestó. Y ¿cuál fue la verdad que le contaste? Que quería estar con él, como regalo de despedida. Y… Por supuesto aceptó, dijo ella, comentando que el señor estaba pensando lo mismo pero que no sabía cómo decírselo.
    
    Eran las diez en punto cuando tocaron a la puerta. Ella abrió y, sin mediar palabra, Jhonny la abordó de inmediato, tomando su rostro con las manos y reteniéndolo para besarla con mucho vigor y pasión, algo que ella no pareció sorprenderla y lo permitió con agrado. De inmediato, el remilgado profesor, la empujo hacia atrás, la recostó contra la pared y, sin dejar de besarla, empezó a acariciarla por todas partes, poniendo especial atención en sus senos.
    
    Luego, aprovechando que en el recibidor de la habitación había un gran espejo, dispuesto desde el techo hasta la pared, se puso de espaldas a ella, besando ahora su cuello, lamiendo sus orejas y amasando con especial intensidad sus senos, contemplando ambos su ...
«12...456...»