El regalo: Un antes y un después (Undécima parte)
Fecha: 14/01/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
—Hola… Ehhh, Rodrigo ¿Cierto? Vaya pero que sorpresa. No pensé que fuera a ser tan rápido, pero claro que sí, jejeje. Te debo ese café y más por supuesto. ¿Qué te parece si nos vemos mañana en la tarde? —Me parece perfecto, le respondí.
Silvia me observaba nerviosa. Tomando una servilleta para limpiar su nariz, se dio la vuelta para recoger la botella de aguardiente y las copas, al igual el cenicero e ir hasta la cocina.
—Hablamos antes para definir en cual sitio. Aunque si conoces uno en especial me envías la ubicación y allí estaré. Que descanses y perdona por llamar a esta hora. —Le respondí a Martha finalmente.
—No te preocupes, en verdad. Muchas gracias y mañana te llamo. Un beso mi caballero salvador. —Y terminó Martha la llamada.
Yo dejé el teléfono en la mesa y enseguida mi esposa me encaró.
—Que estúpida soy, ¿no es verdad? Yo preocupada por lo que hice y que aquello no fuera a romper lo nuestro y ya veo que tú, quien sabe desde cuándo, me tenías ya reemplazo. —Súbitamente Silvia me habló, mirándome por encima del mesón.
—Pero no te confundas Rodrigo, si nuestro matrimonio se va a la mierda, no va a ser por mi culpa. Serás tú y solo tú el culpable. —Y en sus ojitos cafés empezó de nuevo a desbordarse el llanto. No aguanté verla así y fui a su encuentro.
Silvia levantó su rostro y me miró expectante. La tomé entre mis brazos y con mis labios fue besando sus ojos, absorbiendo su salina humedad. De a pocos también mi boca recorrió el trazado de ...
... las lágrimas por sus mejillas y finalmente terminé acariciando con mis dedos el contorno de sus deliciosos labios y lentamente sin dejar de mirarla, acerqué mi boca a la suya y nos besamos, largo, profundo, entregados íntimamente después de tanto desasosiego y completamente enamorados.
—Mi amor, la confundida eres tú. Yo jamás, escúchame Silvia, yo nunca haría algo para herirte, mortificarte o intentar acabar con lo nuestro. Yo te amo, desde el primer momento en que te vi lo supe. Tu mi vida, serás por siempre la única mujer a quien amaré. —Y mi esposa se aferró con sus brazos aún con mayor fuerza a mi torso. Apoyó su cabeza de lado sobre mi pecho para luego despegarse un poco y mirándome fijamente me dijo…
—Y tú mi amor, tu eres el hombre que escogí para compartir mi camino. Perdóname, me dejé llevar por estúpida. Lo siento realmente. Pero que te quede claro que no va a suceder nada más entre mi jefe y yo. Ha sido un error terrible de parte suya y una completa idiotez mía por aceptar sus besos y los regalos. Se los voy a devolver. ¡Todo!
—No te preocupes por eso mi amor, le respondí. Los detalles son lo de menos y sí ya lo aclaraste con tu jefe, pues no veo necesario que los devuelvas y pases por maleducada o una desagradecida. Yo debo confiar en ti, y no seré ese obstáculo, que te limite o te impida superarte en tu desarrollo profesional, de lo contrario nuestra relación no tendría sentido. —Y volví de nuevo a besarla, con más ternura que pasión.
Deslicé mis dos ...