1. Matilda, guerrero del espacio (capitulo 15)


    Fecha: 20/06/2018, Categorías: Gays Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... cinco, y todos días de la semana. No tendrás descanso, no tendrás fiestas ni tiempo libre. Terminaras los días tan agotada que querrás dormir y no te acordaras del sexo o del alcohol para nada. Todo eso te lo puedo garantizar.
    
    —¿Crees que lo conseguiré?
    
    —Estoy convencida, porque si no lo consigues, entonces sí que te estrangulo con mis propias manos.
    
    Siguieron hablando durante casi una hora, despejando dudas, haciéndose confidencias, riendo. Después, la Princesa se retiró a su camarote.
    
    Cuando Ramírez llegó, entró directamente y la encontró dormida sobre la cama, desnuda y abrazada a Surgúl. No la quiso despertar, se sentó en un sillón y estuvo contemplándola hasta que se despertó.
    
    —¿Llevas mucho ahí? —preguntó mientras le miraba soñolienta con sus intensos ojos azules.
    
    —No te preocupes: podría estar horas mirándote dormir.
    
    Se levantó de la cama y coloco la espada sobre un soporte, encima de una estantería.
    
    —¿Sabes? Lo que más me asusta es tener la espada de alguien como el conde Nirlon. Me preocupa no dar la talla.
    
    —¿Qué tú no vas a dar la talla? —dijo Ramírez mientras la abrazaba por detrás—. Yo no daría la talla. Miles, millones de personas no darían la talla. Tú sí.
    
    La empezó a morder el cuello mientras Súm, complacida, enrollaba su cola en una de las pierdas de Ramírez. La levantó en brazos y la llevo a la cama donde estuvieron amándose gran parte de la noche.
    
    —Sabes, tengo la potestad de ponerle al Kirugasa el nombre que quiera. Le ...
    ... pregunté a Matilda de donde viene el nombre de esta nave. Hace referencia a un antiguo y mitológico reino de la Tierra, de España de donde era su madre, que cuando estaba en lo más alto de su poder, desapareció sin dejar rastro. Entonces recordé, que hace unos años leí sobre ese tema, y una de esas historias me fascinó. Es una historia parecida a Tartessos: desaparecieron sin dejar rastro. He decidido llamar a mi nave, Atlantis.
    
    —¿Atlantis? Me gusta.
    
    —Me gustaría que fueras mi primer oficial cuando regrese dentro de un año.
    
    —Mi amor, yo soy un zoquete y solo valgo para pegar tiros y dar hachazos. Tendría que ponerme a estudiar, y a estas alturas es imposible. No valgo para eso.
    
    —Ya suponía que dirías eso. Lo he hablado con Matilda y vamos a tener permanentemente infantería en nuestras naves. Me gustaría que te encargaras de mi escuadrón.
    
    —Eso sí lo sé hacer. Para mí será un honor.
    
    —Tendrás que formarlo. Tú pasaras a ser capitán definitivamente, y la alférez Johari pasara a mandar el escuadrón de la Tharsis, en principio, con el rango de teniente y luego cómo capitán: imagino que se querrá llevar a todos los que pueda.
    
    —No te preocupes, yo me encargo. Hablaré con ella.
    
    Siguieron follando y bebiendo hasta que amaneció. A media mañana, mientras dormían, entraron en el camarote, Matilda, la superiora y varias sacerdotisas. La despertaron, la vistieron, y con Surgúl salieron hacia el monasterio ante la mirada inquisitiva de la reverenda madre.
    
    —A esto le ...
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