El regalo: Un antes y un después (Decimosexta parte)
Fecha: 07/02/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... sabes la envidia que me da saber que te eligieron para viajar con nuestro «ogrito». Yo en tu lugar aprovecharía para echarme una canita al aire con él. ¿Te imaginas, darte un buen revolcón? ¡Jajaja! Oye corazón… ¿Crees que será bueno en la cama? A veces me pongo a pensar en él y si está bien «armado» ¿Me entiendes?
—¡Jajaja! Mujer, con razón esa elevada que te pegas a veces en la oficina. Mira en las cosas que te da por pensar. Yo que voy a saber Magda. —¡Pufff! Suspiré y dando una calada a mi cigarrillo, de inmediato di un gran sorbo al contenido de mi pequeña copa. —No lo sé, puede que sí, o puede que no.
Y acabando de dar una aspirada más intensa, me giré un poco para evitar que mi amiga pudiera observar lo turbada que me encontraba con sus preguntas, al recordar con claridad, ese cuerpo desnudo y húmedo, aquella tarde en el hotel. Y por supuesto en aquella dura «herramienta».
—Pues es que nuestro ogro tiene los pies grandes. —Dijo de improviso Magdalena, lo cual me hizo sonreír y a continuación le respondí…
—Y las manos también. ¿Y eso qué? —Magdalena se llevó la mano a la boca para amainar un poco su carcajada.
—¡Para agarrarte mejor! Jajaja, Silvia en serio podrías aprovechar ese viaje con nuestro adorable «ogro», ya que el apuesto italiano, juega en otras ligas. —Me respondió aun sonriente Magdalena.
—Eso no va a pasar querida, ni lo sueñes. Mejor pongamos manos a la obra y me ayudas a escoger los vestidos para llevar. —Y salí con ella agarrada de ...
... su brazo y nos dirigimos hasta la alcoba principal para revisar mi guardarropa.
Tomé del armario los tres vestidos nuevos, pero el único que le llamó la atención a mi amiga, fue precisamente el brillante gris, que yo había pensado estrenar en alguna salida de rumba con Rodrigo.
—Este está genial para la inauguración. Realmente es espectacular. Anda mujer, pruébatelo ya. —No Magda, es muy destapado, como se te ocurre que me presentaré así delante de todas esas personas. Que pensaran de mí, que soy una… —Y me interrumpió, tapándome la boca con su mano.
—… ¡Una mujer inteligente! y que se va a ver espectacularmente bella, la mujer que se va a encargar de ayudarles con toda una reingeniería financiera a que mejoren sus utilidades. ¡Eso es lo que van a pensar! Lucirás esplendorosa, Silvia. No me hagas enojar ni perder mi tiempo. Éste lo llevaras a esa inauguración. Pruébatelo, pero ya mi niña. ¡Anda! —Me ordenó.
Me fui a regañadientes para el baño y allí me desnudé. Frente al espejo me fui colocando aquel hermoso vestido, acomodando las finas tiras por detrás de mí nuca y observando que mis senos no se fueran a salir en algún descuidado movimiento. Realmente se me veía bien, se adecuaba a los contornos de mi cuerpo como si de una segunda piel se tratara. Los pezones se me marcaban ligeramente, pero mi muslo derecho, que sobresalía bastante por la abertura del costado, me hizo echarme para atrás de llevarlo. Era muy atrevido, demasiado sensual y de seguro esa visión ...