El regalo: Un antes y un después (Decimosexta parte)
Fecha: 07/02/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... seguridad se va a sentir orgulloso de ti. —Me lo dijo tan seriamente que me molestó su comentario.
—¡Y dale con el tema! Magdalena por Dios. Que no me voy a vestir así para él, métetelo en la cabeza mujer. Necesito verme bien a su lado, sí, pero para no hacerlo quedar mal ante esos inversionistas italianos. No te hagas ideas ni pienses que lo hago para él exactamente. ¡Entiéndelo! Estas intensa con ese cuentico del «ogro» esto y don Hugo aquello. —Magdalena encogió sus hombros y burlándose de mi respuesta, me saco la lengua.
—Bueno, cambiando de tema… ¿Será que llevo algo más veraniego por si nos rinde el trabajo y puedo salir por ahí a darme un «Rolling» y conocer algo de la ciudad? Me enamoré del vestido que vimos ayer. Lástima que no pueda comprarlo. —Le comenté a mi improvisada asesora de imagen, dándole un corto sorbo a mi trago y encendiendo un nuevo cigarrillo, fumándomelo en el balcón.
—Tesoro, por eso no te preocupes. La otra semana nos escapamos un momento y lo compramos. Puedo usar mi tarjeta de crédito y me lo cancelas el otro mes. ¿Qué te parece? —Y pensando que el otro mes ya debería tener más dinero en mi cuenta, le dije que sí.
—Bueno no se diga más. ¡Ehhh! Silvia, no te vayas a ofender corazón pero hay que hacer algo con esos vellos en tus brazos y en las piernas. También oscurecer un poco el albor de tu piel. Mi prima administra un spa, de seguro que nos hace un buen descuento. Depilada total y una sesión de spray tanning para dejarte un color ...
... canela parejo. Y de pasada para mí también, que ya parezco una garza. —Miré con asombro a Magdalena y me sonreí luego por sus ocurrencias. Aunque no voy a negar que me llamó mucho la atención. Sería una bonita sorpresa para Rodrigo, verme tan... ¡Diferente!
—¿Otro trago amiga? —Y miré la hora en mi smartphone pues debía salir para la casa de mi madre y quedarme allí el fin de semana con mis hijos. Ya anochecía.
Lo había pensado muy bien en el transcurso de la mañana. Rodrigo me había ofendido bastante y alejarme de él esos días, podría servirle para entrar en razón. No debía desconfiar de mí y menos aún, pretender ufanarse de tenerme, como si yo para el solo fuera un mueble o una decoración más en su vida. Le haría ver lo importante que era yo para él y sobre todo que aunque me gustara sentirme protegida entre sus brazos, yo era muy capaz de cuidarme sola, de hacerme valer como mujer. Que me echara en falta unos pocos días no le vendría mal.
Después del último sorbo, Magdalena me avisó que debía marchar a verse con su esposo y yo igual, reunirme con mis hijos. Así que la acompañé por el pasillo del piso hasta el elevador, quedando de hablarnos el siguiente lunes para ir de compras y visitar a su prima. Me cambié de vestuario por algo más casual y en un maletín mediano, tomé algo de ropa para mis hijos y para mí; salí de mi hogar algo triste pero confiada en que esa pequeña separación seria benéfica para los dos. ¡Ilusa!
—¡Hola madre! ¿Cómo estás? ¿Y los niños? —Le ...