Géminis
Fecha: 01/03/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... espalda y Sonia estaba de rodillas haciéndole una mamada con un entusiasmo y ganas que jamás mostró conmigo. Desenvaine mi ninjato sin hacer ruido y le coloque el filo en el cuello a mi hermano.
Este dio un respingo cuando noto el filo de la espada en su cuello, no se atrevió a darse la vuelta, agarro la cabeza de Sonia y cuando esta la levanto me miro y se quedó blanca.
• ¿Os lo estáis pasando bien?, ¡cabrones!
• No hagas ninguna locura Saga – Dijo Sonia.
• ¿Locura?
• Si hermano suelta la espada y hablemos.
Baje la espada y cuando vi la cara de superioridad que ponía mi hermano, le cogí del cuello y lo estampe contra la pared del camarote. Cogí mi ninjato y se la clavé en el pecho, traspasando la pared en el proceso. Tuve mucho cuidado de no tocar ningún órgano vital, pero sentiría mucho dolor.
• ¡Ya veo Sonia porque estabas tan ocupada para quedar conmigo!
Sonia no contestó, tenía la cabeza agachada y lloraba a mares, mi hermano fue a decir algo. Retorcí mi ninjato en su herida y lo único que salió de su boca fue un alarido de dolor.
• ¿Nunca te has preguntado hermanito que con lo cabrón que has sido con todo el mundo como has llegado vivo hasta este momento?
Mi hermano me miraba con odio, pero no contesto, más bien porque el dolor lo tenía con los dientes apretados.
• Yo te lo diré, mientras tú vivías a cuerpo de rey, yo tuve que vivir en la isla de la reina muerte.
• ¡Eso es problema tuyo! – Dijo mi hermano.
• ¡Es verdad, pero de ...
... ahora en adelante pasará a ser tuyo, porque yo no pienso protegerte nunca más!
Deje a mi hermano clavado en la pared y al darme la vuelta mire a Sonia, esta intento explicarse, pero no le di ninguna opción.
• Mañana sobre las diez pasaré por tu casa a recoger mis cosas, después tú y yo no nos volveremos a ver más, de todas formas ya te has agenciado un sustituto con mi misma cara.
• Eres un monstruo – Dijo Sonia con una mirada llena de odio.
• Crees que soy un monstruo, pronto comprobaras que comparando con este, soy un corderito.
Me marché de ese barco sin mirar atrás, según salía podía escuchar los gritos de dolor de mi hermano y los llantos de Sonia. De verdad llegué a pensar que después de tantos años de sufrimiento, había llegado el momento de ser feliz al lado de Sonia de la mujer que me había enamorado.
Estaba claro que cuando mis padres decidieron elegir a Philippo mi destino quedo sellado, lo único que podía aspirar es a ello en lo que me habían convertido en un arma perfecta. Deje los pensamientos a un lado cuando llegue a mi coche, no me gustaba conducir dándole vueltas a las cosas, podía despistarme y tener un accidente.
Cuando llegue a mi barrio empezó a llover de una forma exagerada, la cortina de agua era tal que tuve que aparcar pues no se veía ni a un palmo. Decidí ir a casa andando, así el agua fría enfriaría mi ánimo. Cuando torcí por la calle que llevaba al edificio donde vivía. Me volví a topar con la mujer que se pasaba los días sentada ...