Te quiero amar
Fecha: 05/03/2023,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Sucedió hace mucho tiempo ya, o al menos eso es lo que quiero creer. La verdad es que es algo que nunca podré decir con certeza, porque el tiempo no tiene ninguna importancia para mí. Voy simplemente por allí, observando, yendo de un lugar a otro igual que un perro vagabundo. Y de pronto, alguien llega a mí. Y ese alguien viene cargado con una fantástica historia. Una bella melodía, o un recuerdo que me llena de lágrimas la memoria. Y entonces vuelvo a creer. Vuelvo a creer en ellos, y vuelvo a creer en ti. Y así paso mis días. Sola, errante, repudiada por todo lo que tiene vida; armando con retazos de todos lados historias que me consuelan en mi soledad.
Y esta es una de ellas. No sé bien ya cómo es que llegó a mí. Pero ahora la tengo, la tengo y decido que no me pertenece. Por lo tanto, esta historia es para ti.
2
El día de su boda estaba lloviendo. Las gotas caían gruesas y quedas bajando del cielo igual que una bienaventuranza. Se casaron en ciernes de la primavera: una historia de amor cuya consumación era el principio de una felicidad que prometía ser eterna.
El viento frío y húmedo que los golpeaba en las mejillas llegaba hasta ellos como reminiscencia de un invierno cuya vuelta se les antojaba lejana. Ya no eran aquellos niños con el rostro sucio nadando desnudos en un solitario río de aguas diáfanas, en el pueblo lejano donde con pequeños y tímidos besos descubrieran su amor. Ya no era ella aquella niña desaliñada con parches en su vestido que se ...
... arrodillaba en cualquier parte del camino para coger una oruga. Y él ya no era aquél niño solitario, distraído y triste, que una vez había entrado a nadar desnudo con una niña que lo había desafiado a hacerlo.
Se habían casado, y entre besos y caricias comenzó su historia de amor.
3
Su vida empezó con el pie derecho, y juntos construyeron su propia felicidad. La niña de mejillas rosadas que nació el trece de febrero tuvo por nombre Anastasia María. Amanda y Damián la recibieron como una manifestación tangible de su infinito amor. La pequeña Ana reía y lloraba con facilidad, y era para ellos la vida que comenzaba de nuevo.
4
Amanda y Damián se necesitaban el uno al otro para poder subsistir. Damián recordaría siempre a esa niña, de mente abierta y muy vivaracha, que corría delante de él en su lejano pueblo lleno de sinuosos caminos rodeados de hierba verde y árboles altos. Amanda hacía volar la falda de su vestido persiguiendo a un gato que siempre lograba escapar. Volvía hacia él con las mejillas encendidas y haciendo un puchero le reprochaba su mala actitud. Damián fue siempre de carácter callado, y en su infancia Amanda lo trató a base de regaños y besos en las mejillas.
5
Saltando de un lado a otro, Ana vivía rodeada de felicidad. Papá la llamaba «mi bella princesa», «mi amor», «mi cielo»; la levantaba es sus brazos y le llenaba las mejillas de besos. Mamá se ponía celosa. Por las tardes papá volvía de trabajar y Ana corría a abrazarlo antes de hacer nada más. ...