1. Te quiero amar


    Fecha: 05/03/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mejillas enrojecidas, y el de sus ojos que por timidez le rehuían la mirada. Recordó cómo ambos nadaban uno al lado del otro sin llegar a tocarse, riendo nerviosos y llenos de vergüenza hasta las orejas, ella la primera. Cuando Damián se alejó nadando hasta la orilla de la laguna y se puso de pie dándole la espalda, Amanda sonreía.
    
    De verdad creyó que no se daría la vuelta, y sin embargo lo hizo. Lo hizo y no dijo nada más. Amanda nadó hasta la orilla y se puso de pie frente a él, más avergonzada y excitada de lo que nunca había estado en su vida. El viento fresco que bajaba de las montañas les recorría la piel como una fresca caricia, y un silencio incómodo empezó a formarse entre los dos. Cuando lentamente se fueron acercando, Amanda sintió una pequeña punzada de dolor en sus labios. Puso ambas manos sobre los hombros desnudos de Damián, y lentamente sus labios se juntaron en una bella intimidad perlada de soledad.
    
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    Anastasia María solamente habría de recordar aquella tarde lejana de sus cinco años como un episodio borroso de miedo y angustia. Su padre salió de la bañera con una terrible expresión de espanto en el rostro para levantar a su madre que estaba en el piso.
    
    Ella recordaba haberla visto sonriente, con la mirada perdida, observando algo que no estaba allí.
    
    El llanto angustiado de su padre que le siguió a la sorpresa habría de perfumar durante muchos años sus pesadillas.
    
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    Lento, impertérrito e inexorable, el tiempo avanza despacio, burlándose ...
    ... de ti y de mí por razones distintas. Anastasia María iba creciendo, y creciendo iba también su necesidad de amar. Le gustaban mucho los besos. A los ocho años papá la cargaba en sus brazos y cuando lo hacía ella buscaba sus labios. Había sido siempre así. Damián la llenaba de cariño, y mientras la sostenía en sus brazos se daban siempre un pequeño y casto besito en los labios.
    
    Con el tiempo esos besos se volvieron más frecuentes, y a la falta de las atenciones de una madre enferma que convalecía de fiebre la niña de las mejillas rosadas volcaba todo su amor en la figura de su padre.
    
    Cuando por las tardes Damián volvía de trabajar, Anastasia dejaba la cama de su madre convaleciente y corría a arrojarse a los brazos de papá. Damián la levantaba y ella buscaba la tierna y dulce humedad de sus labios. Algunas veces eso molestaba a papá. «No más besitos para ti» y ya teníamos a la pequeña Ana con sus ojos brillantes haciendo un puchero. ¿Es así como funciona el amor? Una mujer de hace tiempo que llegó a mí con los ojos llenos de lágrimas me dijo que sí.
    
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    El día en que Amanda y Damián se separaron eran apenas unos adolescentes con la cabeza llena de fantasías y el estómago lleno de mariposas. Damián se marchaba a la ciudad, y antes de irse le juró que volvería. Se escapaban juntos cada tarde, y tirados en el césped contemplando el atardecer se comían la boca a besos mientras las manos de ambos recorrían sus cuerpos con ansiedad. El día de su partida frente a las vías ...
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