Dos sesiones de fotos
Fecha: 10/03/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... tumbona de rayas azules y blancas, así como una pelota hinchable y una tabla de surf.
También había una serie de materiales de fotografía, como luces y pantallas blancas para iluminar la escenografía. Detrás de ese tinglado trajinaba un hombre con una cámara en la mano, como haciendo pruebas. Marcos me presentó al fotógrafo, Joaquín, casi tan alto como él, moreno, con unos ojos penetrantes que se clavaron en mis tetas antes que en mi cara.
Sin apenas darme pie a saludar o comentar nada, Marcos me empujó detrás de un pequeño biombo diciendo:
—Elige algo que te guste, lo que quieras, y te pones allí sobre la arena.
Había allí una buena variedad de trajes de baño en un colgador, algunos de ellos tan pequeños que apenas me dí cuenta de lo que eran.
—Dios mío… —pensé, pasando los dedos entre las telas y tiras que formaban esos diminutos bikinis—. ¿Qué mente perversa ha diseñado estas prendas?
Me decidí por uno que me pareció bastante normal, aunque después de desnudarme y ponérmelo, me di cuenta de que tampoco lo era tanto. El top era bastante clásico, amarillo, con dos triángulos que me cubrían bastante pero dado el tamaño de mis pechos apenas llegaban a sujetarlos. La braguita ya no era tan normal. Era un tanga de hilo que por delante tenía la forma como de una “uve”, lo que hacía que cubría justo mi rajita, pero dejaba el resto de mi pubis al descubierto. Me alegré de haberme depilado justo esa mañana.
—¿Todo bien? —oí a Joaquín gritar del otro lado— ¿Estás ...
... lista?
—Ya voy… —contesté tímidamente.
Asomé la cabeza detrás del biombo y los ví, expectantes, esperando a que saliera. Me entró algo de vergüenza y casi no me atreví a salir delante de esos dos desconocidos vestida con un bikini tan revelador. Pero me armé de valor y con la cabeza bien alta salí de todos modos, sintiendo mis pezones endurecerse tal y como siempre me pasa cuando estoy excitada.
—Mmm… fantástico… —dijo Marcos, con una voz grave y bajando su vista sobre mi cuerpo.
Apenas me coloqué sobre la arena empecé a oír los “clics” de la cámara de Joaquín, tomando docenas de fotografías en apenas unos segundos. Solamente paraba cuando se acercaba para darme algunas indicaciones de cómo ponerme. Se notaba que tenía mano, y sabía perfectamente cómo ayudarme a colocarme para hacer resaltar lo mejor posible todos mis encantos.
Me ponía de rodillas sentada sobre mis tobillos, haciendo una pose sexy apretando mis tetas entre mis brazos, lo que realmente hacía que se vieran enormes. También me pedía que me girara de espaldas a la cámara sacando al máximo mi culo hacia fuera, que apenas cubierto por esa fina tira del tanga seguro que se veía espectacular.
Con cada pose nueva se acercaba y me ayudaba a colocarme, rozándome con sus manos y provocando que mis pelos se erizaran. Incluso algunas veces se permitía colocar bien los pequeños trozos de tela sobre mis pezones, o ajustaba la tira del tanga que se iba por un lado, ya que con cada nueva postura parecía que ...