Dos sesiones de fotos
Fecha: 10/03/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... debían ajustarlos.
Mi vena exhibicionista empezó a picarme, y me empezaba a calentar mostrándome delante de Marcos y Joaquín con ese traje de baño tan breve. Probaba poses cada vez más atrevidas, abriendo mis piernas considerablemente, o poniéndome en cuatro sobre la arena dejando ante la cámara mis más íntimos encantos apenas tapados por esa pequeña prenda.
Marcos lo miraba todo desde detrás de la cámara, y después de intercambiar un par de observaciones con Joaquín, decidieron que era momento de cambiar de modelo de bañador. Pasé de nuevo detrás del biombo mientras ellos esperaban expectantes para descubrir qué nuevo bikini iba a elegir. Confieso que me sentía bastante excitada, así que omití el resto de bikinis más convencionales y directamente me dirigí al colgador con los trajes más pequeños. Había visto alguna vez ese tipo de diseños por internet, pero nunca me atreví a comprarlos. ¿”Micro bikinis” creo que los llaman?
Apenas cubren nada. El que escogí era uno de color fucsia muy llamativo, con una tela sintética de lo más suave. Aunque tela había poca, a decir verdad. La parte superior eran apenas dos trocitos suficientemente anchos para tapar mis pezones y nada más. La parte de abajo consistía en un pedazo de tela alargada que difícilmente servía para cubrir los labios de mi coño, el resto quedaba todo expuesto.
Sentí los latidos de mi corazón acelerarse, excitada por la anticipación de mostrarme a esos tipos prácticamente en pelotas. Nunca me había ...
... puesto nada tan atrevido, y la verdad empezaba a gustarme esa sensación. Me dije que para el próximo verano tenía que conseguir uno de esos.
Aparecí de nuevo delante de las luces, mordiéndome el labio inferior para contener mi nerviosismo. Marcos y Joaquín apenas dijeron nada al verme, pero pude ver en sus miradas una lascivia que me calentó todavía más. Como en mis viejos tiempos de primaria, me excité pensando en la reacción que les debía estar provocando dentro de sus pantalones.
Joaquín volvió a colocarme en varias posiciones, similares a las anteriores, solo que ahora sospechaba que se verían bastante más atrevidas. Constantemente mis pezones se escapaban de esos pequeños triangulitos de tela, y a veces oía muchos “clics” antes de darme cuenta. Cuando sacaba mi culito hacia atrás, no sabía hasta qué punto ese pedacito de tela llegaba a taparme, sintiendo cómo se apretaba contra mi rajita.
Marcos lo observaba todo desde atrás, y empezó a hacer sugerencias de cómo ponerme, aunque no parecían que fueran poses tan artísticas como las que proponía Joaquín. Por ejemplo, me pedía que me echara sobre la tumbona con las piernas muy abiertas, haciendo que la pequeña braguita se me apretara incluso más.
—Muy, muy, lindo… se te ve increíble —animaba Joaquín—. Ahora probemos con el “look mojado”.
—¿Look mojado…? —pregunté tímidamente mientras veía a Marcos acercarse con un vaso de agua en la mano.
—Éste fabricante de bikinis requiere que le enviemos fotos de las modelos ...