Dos sesiones de fotos
Fecha: 10/03/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mientras abría más mis piernas para él.
Me puse a temblar por la anticipación de sentir su miembro. Escuché el sonido de la cremallera de sus jeans. Luego, una cabeza ancha en forma de hongo empezó a presionar levemente sobre mi rajita mojada y abierta. Su polla me frotaba de arriba a abajo, sintiéndola por toda mi resbaladiza raja, mientras que Joaquín sacaba foto tras foto sin perderse nada de lo que hacíamos.
Me sentía tan caliente y excitada, con mis tetas colgando como frutas maduras, y con mi culo en pompa mientras este hombre, al que apenas acababa de conocer hacía unos minutos, frotaba su pene contra mi coñito estrecho. Pensé que iba a explotar en cualquier momento.
Al cabo de un rato Marcos dijo:
—Vamos a intentar algo diferente. Voy a abrir tu coño con los dedos, para que se vea bien, y yo voy a meter solo la cabeza dentro de tí. De esta forma parecerá como que acabo de follarte y te estoy dejando el coñito lleno de mi semen.
Sus palabras me calentaban tanto que sentí que me quedaba sin respiración. Miré por encima de mi hombro a esos dos tipos, expectantes, esperando a que les diera mi consentimiento.
—Vale… —murmuré, con ganas de sentirlo dentro de mí, aunque fuera solo la cabeza.
Me incliné echando mi pelvis hacia atrás y abrí todo lo que pude mis muslos, sintiéndome lo más caliente que había sentido en toda mi vida.
Cuando Marcos presionó la cabeza de su gorda polla contra mi apretada entrada, sentí una sensación estremecedora. Poco a ...
... poco su glande fue entrando en mi cálido agujero. Pero entonces sucedió. Estaba demasiado caliente, todo lo que había pasado había hecho que mi coño se humedeciera tanto que era muy resbaladizo. Cuando Marcos trató de poner solo la cabeza de su polla dentro de mí, más de la mitad de su miembro se deslizó sin querer en mi interior.
Sabía que eso estaba mal, pero en ese momento no me importaba nada. Me ayudé con mis brazos y empujé hacia atrás, acogiendo el resto de su dura polla dentro de mí. Cuando sentí la cabeza de su pene presionando con fuerza contra el final de mi estrecho pero escurridizo canal, no pude evitar soltar un gemido.
—Gghhmmmm… hazlo —susurré—. Fóllame.
Marcos también gimió, y agarrando mis caderas empezó un vaivén, hundiendo su gruesa polla hasta lo más hondo de mi coño una y otra vez. Incrementó el ritmo y la intensidad, y antes de que me diera cuenta me estaba follando de forma muy dura, golpeando mis nalgas con cada embestida y haciendo que las notara calientes y enrojecidas.
Joaquín estaba ocupado sacando fotos, pero no dejaba de de frotarse el bulto prominente que se adivinaba bajo sus pantalones. Seguro que estaba haciendo un reportaje de lo más completo y excitante. Se aproximaba a nosotros y nos fotografiaba desde todos los ángulos mientras su amigo me penetraba una y otra vez con vigor.
Pronto sentí que me llegaba un largo e intenso orgasmo, que aún disfruté más viendo cómo Joaquín sacaba primeros planos de mi cara con mis mejillas ...