Dos sesiones de fotos
Fecha: 10/03/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sonrojadas y mis cabellos descompuestos, gimiendo incontrolablemente de placer.
Mi canal vaginal se contraía una y otra vez envolviendo la polla de Marcos, que a su vez empezó a hincharse aún más. Me folló con fuerza con su miembro más grande que nunca, hasta que me endiñó una última embestida, enterrándolo dentro mi coño tanto como pudo. Una sensación de calor y humedad me invadió, y supe que se estaba corriendo dentro de mí sin ninguna protección. Fue tan intenso que me provocó un segundo orgasmo, y sentí cómo mi coño empapado lo succionaba y apretaba como si tratara de exprimir hasta la última gota.
Sin prisa fue retirando su pene de mi interior, dejando un vacío gigante en mi coño. Joaquín tomó fotos de cada instante, poco a poco, hasta que Marcos terminó de sacar su polla del todo. Me imaginé a los miles de espectadores en internet que iban a ver mis fotos, viendo ese semen blanco y espeso saliendo de mi rajita abierta, dejando bien claro que acababa de ser follada por una enorme polla.
Marcos me ayudó a limpiarme con una toallitas húmedas. Muy caballeroso enjuagó todos los restos de esa mezcla de semen y mis propios jugos que brotaban de mi coñito y se escurrian por mis muslos. Apenas me había bajado el calentón, y disfruté del calor de su mano pasando por cada rincón, desde la raja de mi culo hasta mis rodillas.
Cuando terminó, me ayudó a levantarme y me estrechó la mano de la manera más profesional. Antes de irse me felicitó, ya que, según me dijo, fue ...
... una de las mejores sesiones que habían hecho en mucho tiempo. Me dirigí detrás del biombo para vestirme, aunque aún estaba desnuda cuando Joaquín se me acercó para despedirse. Poco me importó. Me rozó la piel una última vez al darme un par de besos, y estuve a punto de pedirle que no se fuera.
Antes de darme la oportunidad, me dijo que estaba impaciente y se iba a poner a trabajar enseguida con las fotos, que también dijo eran muy buenas. Me lo imaginé delante de su ordenador con su polla en la mano, pajeándose a gusto con cada una de las fotos tan “buenas” que me había sacado.
Completamente sudada terminé de vestirme y saliendo del estudio bajé las escaleras con la mayor dignidad posible. Me dirigí hacia el mismo sofá en el que mi amiga Lucía me había “traicionado” hacía apenas una hora, pero la mujer en la recepción me llamó antes de darme tiempo a sentarme. Justo terminaba de colgar el teléfono mientras me miraba con cierto desdén. Escribió un garabato en un cheque que luego me ofreció sin mediar palabra.
Una cifra de lo más generosa, pensé, y me planteé seriamente si no debía dedicarme a eso profesionalmente. Sin duda me iría bien un ingreso como ese de vez en cuando. Me quedé observando el papelito satisfecha, aún sintiendo cómo el semen de Marcos se deslizaba hacia el exterior de mi coño empapando mis braguitas.
Un par de minutos más tarde, ví a Lucía salir por la misma puerta por la que había visto desaparecer antes de mi sesión. Escondí el cheque rápidamente ...