El regalo: Un antes y un después (Vigésima cuarta parte)
Fecha: 28/03/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... Disculpa por despertarte. Vuelve a dormir y cuando puedas o quieras me llamas.
Pero ni le escribió ni la llamó, mientras yo conducía con precaución en dirección al hotel.
—Rodrigo… En serio que lo lamento. No pensé que Hugo y tú esposa, fueran a terminar liados en este viaje. La terapia con Almudena parecía estar funcionando. Dormimos en la misma cama, aunque no hacemos nada, aún. Pero si hablamos y nos comportamos delante de los niños como antes de que yo… —Y de nuevo Martha lloró amargamente. Se acomodó en el centro del asiento posterior y continuó diciéndonos…
—Deberíamos llevar las cosas con calma, nos lo pidió Almudena. —Y diciendo esto la escuché maldiciendo varias veces y golpeando fuertemente sus muslos, pero no con las palmas de sus manos, en lugar de ello, lo hacía con sus puños cerrados. ¡Me mintió! ¿Porque?
—Sí, Claro. Por supuesto Martha, muy en calma entre ustedes dos, pero por lo visto, tu queridísimo esposo seguía a tus espaldas empeñado en tirarse con todas sus ganas a mi mujer. ¡Y por lo visto lo logró! —Le respondí con mi voz entrecortada.
—Se suponía que Hugo debería de abstenerse de tener sexo hasta que Almud… ¡Por Dios! Rodrigo será qué… ¿Crees que ella también nos mintió? —Me preguntó Martha bastante afectada y limpiándose la nariz.
—Pero porqué lo haría, si es nuestra amiga. Que ganaría Almudena con eso. ¡No! ni sé qué pensar ya, Martha. Es que no veo a mi mujer mintiéndome de nue… ¡Mierda! Pero sí yo hablé con ella y la escuchaba muy ...
... bien. Todo estaba normal. —Y golpeando el volante con fuerza, me detuve a un costado de la avenida.
—Martha será qué él, que tu esposo… ¿La emborrachó para poder follarsela? —Seguía enojado y llorando. Aun así, yo continuaba buscando una razón y mil motivos para disculparla y dije una estupidez que hirió a Martha.
—Mira Rodrigo, Hugo podrá ser todo lo malo que tu pienses, pero jamás se aprovecharía de una mujer. Tiene sus principios, y es tan buen hombre como tú.
—¡Discúlpame! Es que no sé qué más pensar Martha. —Me excusé con ella y Paola me alcanzó un pañuelo de los que llevaba yo en la guantera del Mazda, para poder sonarme la nariz.
—Rodrigo, créeme que si lo hubiera sabido no habría insistido en que Hugo se acostara con su secret… Con tu esposa, para aliviar en algo su dolor y emparejar así nuestra relación. —Y continuó llorando y sorbiendo por su humedecida nariz.
—Yo, en serio que lo último que quería era destruir tu matrimonio. ¡Nunca! Escúchame bien Rodrigo, jamás pretendería utilizarte ni matarte en vida, como ahora estas. Lo siento, lo siento mucho. ¡Perdóname, Rodrigo! ¡Perdónanos a las dos!
Y llorando amargamente, Martha me pidió que la llevara mejor hasta su casa. Paola asombrada, acariciaba mi mejilla para luego posar su mano con firmeza sobre la mía, la que reposaba sobre la palanca de cambios y decirme con su acostumbrada jovialidad...
—¡No jodaaa, Nene! Pero que carnaval te han montado. ¿Y todo para qué Rocky? Es mejor que la dejemos en ...