Mi amigo de la infancia
Fecha: 31/03/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... riendo? Escondí el chisme tras la espalda como si sirviera de algo y me quedé allí de pie, ruborizada hasta las pestañas.
—¿Puedo darme la vuelta? — me preguntó con la voz entrecortada por la risa.
—Sí.
—Creo que la próxima vez que venga llamaré a la puerta.
—Deberías. ¿No ibas a venir para la cena?
—Sí, es que he cancelado un comprom… jajaja, jajaja — Lucas ya no se aguantó y se dejó llevar por la risa.
Yo, aunque muy, muy avergonzada, dejé escapar también una risita. No era la primera vez que Lucas me veía desnuda, yo a él también le había visto. Su padre tiene una casita en las afueras y alguna noche nos habíamos bañado en pelotas, tenemos confianza de sobra. También en ocasiones me había cambiado de ropa delante de él, como si fuera un hermano. Sí era la primera vez, sin embargo, en que me veía masturbarme. Lucas y yo solo éramos amigos, los mejores, y aunque mentiría si dijera que nunca había pensado en él de forma romántica, nuestra amistad me había impedido hacer ningún avance en esa dirección. Creo que a él le pasaba lo mismo.
—Y qué — me dijo —, ¿más animada?
—Algo, pero dejemos el tema, por favor — notaba la cara caliente todavía.
—Jajaja, vale, Anita. He traído comida china, ¿te apetece o quieres quedarte sola para acabar alguna tarea pendiente?
—Menos cachondeo, capullo. Tengo hambre.
—Pues vamos a comer — la risa le bailaba en la mirada —, luego vamos a hablar.
—A hablar, ¿de qué?
—De ti y de tus circunstancias, pero ...
... primero los rollitos de primavera.
Me resigné a sacar por primera vez el tema de mi boda, pero comí con apetito. Luego nos sentamos y le conté la conversación que tuve con mi novio. Hablamos mucho rato sobre él, la boda y mis sentimientos. Me indigné cuando me dijo lo siguiente :
—Pues me alegro de que lo hayáis dejado, espera, espera — agregó cuando me vio enfadarme —. Creo que ese hombre no era buen para ti. No te quería lo suficiente. Mejor dejarlo ahora antes de casaros. Además, creo que en el fondo tú tampoco lo querías lo bastante. Faltaba chispa entre vosotros. Entiendo que te haya hundido cancelar la boda a unos días de celebrarse, pero espero que al final todo será para bien.
—¿Tú crees? — pregunté para nada convencida.
—Estoy seguro.
—Yo no, pero ya no tiene remedio. De todas formas, si no te hubiera tenido a ti no sé cómo hubiera salido de esto.
Lucas me llevó a sus brazos y recliné la cabeza en su hombro.
—Siempre me tendrás a tu lado cuando me necesites.
—Lo sé, Lucas. Siempre se puede contar contigo.
—Bueno, pues ya que nos hemos contado todo, esta noche te invito a cenar fuera. Te estás quedando pálida de estar aquí encerrada.
—¡Já! Como si saliendo por la noche me fuera a poner morena.
—Es un principio. Y ahora llama a tu madre.
—No me apetece.
—Da igual, sabes que tienes que hacerlo. No me voy a ir en toda la tarde y no voy a parar hasta que la llames. Y mañana tendrás el móvil encendido, si no quieres hablar no hables, pero ...