1. Plantada en el cine


    Fecha: 05/04/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Esautomatix, Fuente: CuentoRelatos

    ... condones.
    
    Apareció de nuevo un par de minutos después, me agarró de la muñeca y me empujó dentro de uno de los compartimentos. Quise abrir la boca para protestar, pero susurró, ‘Shhhh. No sé tú, pero no creo que pueda aguantar hasta que lleguemos a mi casa’.
    
    Sin tiempo para reaccionar me empujó contra la división, se arrodilló entre mis piernas, levantó mi falda, me arrancó el tanga empapado y empezó a lamerme de una manera absolutamente extraordinaria. Conducía su lengua entre mis labios, introduciendo la punta de la lengua en mi vagina, y con un movimiento repentino la llevaba hacia arriba hasta tocar suavemente el clítoris. Acelerando el ritmo poco a poco, en seguida alcancé mi segundo orgasmo de la tarde, de nuevo silencioso, pero a la vez asombrosamente intenso.
    
    Y mientras todavía me tambaleaba, mis piernas temblando, agarró su miembro brutalmente hinchado, enrojecido, y lo dirigió a la entrada de mi abierto y expectante sexo. ‘Penétrame ya, ¡ya!’, le susurré.
    
    Mis músculos pélvicos se apoderaron de su erección cuando entró con un único movimiento, con decisión. Y comenzó a moverse de forma vigorosa, adentro y afuera, haciéndome contener la respiración con cada embestida. Cada vez con más ímpetu, hasta que literalmente explotó en mi interior y me inundó completamente, así de fuerte lo sentí. Y con esa ...
    ... sensación de tenerlo dentro de mí, llenándome, notando sus contracciones, llegué casi al mismo tiempo. Por tercera vez, apretándome fuertemente contra él con un orgasmo todavía más brutal, la cabeza hacia atrás y la espalda arqueada, y las piernas doblándose ya sin fuerza.
    
    Mientras tanto, ambos manteníamos una mano sobre la boca del otro, ahogando nuestros gemidos, desesperados por no ser descubiertos. Oímos a varios tipos que entraron y salieron durante varios minutos, y cuando el camino estaba libre, corrimos al pasillo como una pareja de adolescentes traviesos.
    
    Una vez fuera del cine, decidí presentarme. ‘Soy Pilar’.
    
    Él sonrió tímidamente. ‘Esteban. Gracias por una tarde maravillosa, Pilar’.
    
    ‘Todavía no ha terminado’, señalé.
    
    ‘Correcto. ¿Sabes qué quiero hacer justo ahora?’
    
    Sacudí mi cabeza, pensando que ya nada podría sorprenderme.
    
    ‘Esto’, y de repente abrió la boca y gritó. Con fuerza, como si se estuviera corriendo de nuevo. Y me uní, liberando la contención de las últimas dos horas, vocalizando todo el placer experimentado.
    
    ‘Ya me siento mejor’, suspiró. ‘¿Y ahora qué?’
    
    Le tomé la mano. ‘Vamos a mi casa, a por otra sesión de buen sexo. Pero escuela tradicional, sobre una cama, y sin restricciones de ruido esta vez’.
    
    ‘Suena muy bien. Pero mientras tanto, ¿qué te pareció la película?’ 
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