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El Vecino Ruidoso Cap. I
Fecha: 11/04/2023, Categorías: Bisexuales Autor: cachopo, Fuente: RelatosEróticos
... rabo , pensé . Una vez tumbado, p use mi polla recta, separándola de mis marcados abdominales , y lo clavó de golpe. La cara de gusto que puso Al ejandro fue indescriptible. M e asombré que le entrase de una vez, aunque claro , estaba abierto al máximo por el gordo rabo del policía. El poli cogió su calzoncillo del suelo y se lo metió en la boca. - No queremos que tu mujercita se entere, y esta zorra va a gritar mucho . – S e rio de su propia gracia, y s e puso detrás de mi vecino apuntando su pollón al ano que ya e staba lleno de mi rabo. Me parecía imposible que entrase. – Joder, que estrechito está con tu polla dentro. ¡Dios, que gusto! - ¡Hostia como se nota tu rabo… vaya caliente que está! – Alucinaba por lo que estábamos haciendo. - A que si tío… ya entra… Agárralo que no escape. - Mi vecino gemía con el gayumbo en la boca. Parecía que le iban a reventar las venas de la frente. Yo lo apretaba contra mí y sentía sus gemidos contra mi pecho. Me miraba a los ojos, con una sumisión total, sin intentar huir. El gusto para mí era indescriptible. Finalmente, sentí los huevos peludos del agente sobre los míos. – Venga, empieza a bombear. Nos empezamos a mover, aunque mis movimientos estaban muy limitados con dos tíos encima. Pero el que se movía de lujo era el agente, le daba caña a saco y a mí me producía un roce en la polla que no tenía comparación c on todo lo que había hecho hasta ...
... ese momento . El vecino, vencido sobre mí, apretado por mis fuertes brazos, gemía extasiado. No duramos mucho. Yo me corrí a lo bestia… tenía mucho acumulado. El policía se corrió cuando sintió que yo empezaba a soltar semen a borbotones. Me dio la impresión qu e decidió correrse cuando le dio la gana. Tras r ecuperarnos unos segundos el policía se puso de pie y me hizo un gesto para que me levantase. Empuje a mi vecino como si no impor tase una mierda. En ese momento, a mí tampoco me importaba nada más que el macho que me había descubierto un nuevo mundo. Teníamos las pollas todavía duras, la mía mirando al techo. L a suya recta , luchando contra la gravedad al ser un rabo tan gordo. Estaban llenas de lefa, sobre todo mis huevos que había recibido la leche que se escurrió del culo abierto de mi vecino. Con su dedo índice limpio mi polla desde los huevos hasta la punta, lo que dejó el dedo cubierto de espesa lefa. La olió un se gundo y la limpió con la boca… R epitió la operación en su pollón, pero esta vez me lo dio a mí. N o dudé en dejarle el dedo bien lim pio. Me supo raro, pero me exci tó su sabor , muy amargo… pero era lo más delicioso que había tomado nunca. Cuando le dejé el dedo bien limpio acercó otra vez nuestras frentes, pero esta vez acabamos en u n morreo bestial, en el que tocamos todo lo que estaba a nuestro alcance. Su gran e spalda, su duro y peludo culo… S entía nuestras pollas ...