Un día de ensueño - Relatos Eróticos

Un día de ensueño

... hacia mí, eso provocó que mi cadera se levantara aún más, yo lo sentía cada vez más profundo, cada embestida la sentía hasta las entrañas, en un momento nuestras caras se juntaron y nos besábamos mientras me la metía, realmente me encantaba ese hombre.

Le pedí que se viniera adentro, eso lo emocionó mucho y me embistió con fuerza por varios minutos más hasta que sentí un rico calorcito dentro de mi, nuestros cuerpos estaban sudorosos y cansados. Sentí como su palo perdía firmeza dentro de mí hasta que nos separamos y quedamos tendidos uno al lado del otro.

-Quédate a dormir Erik

-No puedo, lo sabes.

-Te voy a extrañar mucho.

-La próxima semana digo que tendré un viaje de trabajo y me quedo contigo viernes y sábado, te parece?

-Me encanta la idea.

-Una noche puedes dormir conmigo y otra con Lorena

-Me encantas, eres un pervertido.

-Y a mi me encanta que te encante.

Me puse de pie y sentí ese gran hueco en mi culo recién cogido, y sentí como el semen comenzaba a gotear.

Estuve a punto de decirle a Daniel que si me quedaba a dormir, aunque sé que lo que menos hubiéramos hecho sería dormir, pero ahogando mis deseos fui a la otra habitación y me puse la misma ropa con la que llegué.

-No te levantes, quédate en la cama, yo cierro al salir.

Cuando estaba por salir de la habitación Daniel exclamó:

-Erik, te quiero mucho! No lo olvides.

-Y yo a ti Daniel, eres un buen hombre.

Caminé a la puerta y cerré con seguro para que Daniel pudiera descansar, después de todo, mi obligación como ama de casa es cuidar de mi hombre.

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